viernes, 27 de noviembre de 2015

Ningún Peronista votó a Macri

-Por Fabián Curotto-

Hace unos días me encontré releyendo algunas notas mías, sin olvidar nunca en que contexto fueron escritas las mismas, Creo que, teniendo en cuenta el "clima de época" en que las escribí, no hay en ellas incoherencias y encuentro posibilidad de defenderlas con argumentos. Es cierto que los climas de época en este Siglo XIX son muy dinámicos y en casos puntuales a veces duran apenas unos días. Si debo reconocer que encontré subvaloraciones por mi parte respecto a algunos adversarios y subestimaciones para con claros enemigos. Lamentablemente tal cosa no me ocurrió en soledad y varios nos comimos alguna curva, pero ayer asegurábamos con algunos compañeros haber aprendido la lección. Los anticuerpos de nuestro movimiento deben ser como la batalla cultural: permanentes, perennes. Y si uno "juega a aflojar", que sea, en todo caso, una simulación del orden táctico.

Ahora si voy a referirme al "voto antiperonista". Lejos estoy de decir o de insinuar que cada uno de los ciudadanos que votó a Macri en el ballotage sea per se un antiperonista, pues muchos de ellos ni siquiera tienen identidad partidaria y en muchos casos son ciudadanos de voto fluctuante, ya sea por afinidad momentánea con alguna figura o por sus propios intereses y expectativas en determinado contexto.

Apunto en realidad a aquellos que sí poseen alguna formación política, que conocen la pulseada de poder que hay detrás de todo conflicto de intereses y que en algún momento dijeron comprender, o sentir, de qué se trata eso de "ser peronista".

Mi plena certeza, mi absoluta convicción, es que ningún peronista votó a Mauricio Macri.

La que pasó fue una de la elecciones mas fáciles de decodificar -a nivel programático- de toda nuestra historia. Cualquier poseedor de una mínima claridad de lectura se daba cuenta qué enemigos del pueblo traía consigo el empresario Macri, por más que los medios hegemónicos intentaran disfrazarlos de Carmelitas.

De hecho miles de compañeros y ciudadanos no peronistas votaron a Daniel Scioli, pues era muy simple identificar de que lado estaba el núcleo duro del poder corporativo junto a lo peor del sector financiero.

En instancias de internas, en elecciones no definitorias, puede darse el caso de encontrar a un peronista "haciendo la plancha" o jugando al distraído. Pero esta situación era definitoria; en ella se ponían en juego muy claramente nuestras tres banderas históricas.

Así que mas allá de los votantes no peronistas que acompañaron al Frente para la Victoria, estoy seguro que todos, absolutamente todos los peronistas votaron al candidato Daniel Scioli o, por lo menos no fueron capaces de votar, bajo ninguna excusa, a la alianza reaccionaria encabezada por Mauricio Macri.

Acá si funciona "el peronómetro", acá si que no hay argumentaciones posibles.
Nadie que pueda llamarse o sentirse peronista pudo votar a Macri.

¿Que saben de alguien?...¿que les contaron de alguno?
No, de ninguna manera. Estoy hablando de Peronistas, de compañeros que son compañeros incluso teniendo en cuenta algunas diferencias, mayores o menores.

Y si me empujan a imaginar la posibilidad de que hubiese existido, quizás, algún traidor, sabemos que estaríamos hablando del peor enemigo posible, de una vívora deslizándose por nuestra casa, pero nunca estaríamos hablando de un Peronista real, porque ser peronista implica Lealtades que se ponen a prueba sobre todo en las instancias cruciales.


Ya que hice mención a la palabra enemigo, les dejo un video con una definición de nuestro máximo líder. Hasta la próxima compañeros, y que nadie se confunda, pues ante determinadas encrucijadas a los tibios...hasta Dios los vomita. 














miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mintieron y nos insultaron, ahora piden Unidad. Ya digo NO

-Por Fabián Curotto-

Es increíble el nivel de caradurismo que ostentan muchos dirigentes y segundas líneas de la alianza antiperonista. Durante años nos trataron de larvas, de militantes rentados que hacíamos todo por dinero y nada por convicción. Y ahora que tenemos una oportunidad mas clara de probar con hechos que cada paso que dimos, que damos y que daremos es por plena convicción... nos piden fundar la Gran Aldea de la Tolerancia, y por si fuera poco, a partir de visiones de país totalmente incompatibles.

Quienes hasta ayer fuimos según ellos los choriplaneros asquerosos y los negros descerebrados, ahora, al parecer, deberíamos limpiarnos los escupitajos y decirles que sus agravios y sus "viva el cáncer" debieron ser tan solo un cúmulo de malos entendidos, y que simplemente está todo bien, "it's all right", según su lengua madre.

Uno de los integrantes preponderantes del gobierno que viene y que presenta como mascarón de proa a la figura de Mauricio Macri, me refiero a Héctor Magnetto, no ahorró agravios y falsedades a la hora de querer sacar de la arena política a entrañables compañeros míos durante la última década. Y como él, muchos.

Ahora mismo no cejan en su afán de alentar esa "grieta" que les fue funcional a la hora de construir alianzas, diciendo que apuntan a cambiarle el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner, o desde un exultante diario La Nazión que pide desde su editorial del lunes un inmediato giro de 180 grados en la política de Derechos Humanos argentina. Y en simultáneo tienen la desfachatez de pedirnos, con modulaciones pastorales, consenso y colaboración. Ello se da mientras avanzan con la anti democrática voluntad de pedir la remoción de funcionarios cuyos mandatos institucionales no finalizan este año, como en el caso de Tristán Bauer, entre otros.

Cuando uno pide colaboración, eso de "empujar todos para el mismo lado", debe hacerlo en base a acuerdos programáticos claros y coincidentes, no por simple voluntarismo o por urgencia propia.

A partir del 10 de diciembre seremos la oposición, una oposición sin odios arbitrarios pero con una memoria a prueba de balas. (En tiempo real, mientras escribo esta líneas me acaba de llegar un SMS de Movistar avisándome que a partir de enero próximo se me aumentará sustancialmente el costo de mi plan sin que se amplíe ninguna prestación. El "efecto Mauri" ya empezó a comernos el bolsillo desde hace unos dias).

Retomo lo anterior. Nos piden "empujemos todos para el mismo lado". ¿En que cosas? Acaso sueñan en que los ayudemos codo a codo en esta embestida que preparan por órdenes directas de la embajada yanki, para cometer injerencia en la política interna de Venezuela, con intención de debilitar a su gobierno constitucional. En ese caso primero quiero decirles que en lo particular no me complace el empezar a recibir órdenes de un pais que día tras día bombardea y asesina poblaciones enteras en diferentes partes del mundo, con la excusa de aniquilar a terroristas que propiciaron ellos mismos. Esto que acabo de expresar me parece inmensamente mas grave que la situación particular del tal Leopoldo López, venezolano detenido por planificar, como está demostrado, un golpe contra Nicolás Maduro. Vale decir, no cuenten con nosotros para empezar a desarticular por intereses que son ajenos a los nuestros las relaciones políticas con los países integrantes de Mercosur y Unasur. ¿Nos van a pedir amorosa unidad también cuando arranquen con sus mercantiles ansiedades privatistas?

No empujaremos todos para el mismo lado, porque no vamos a convalidar de ningún modo que después de haber concretado la estatización de más del 50% del capital accionario de YPF se sugiera para conducirla a través del Ministerio de Energía y Minería 
el nombre del ex CEO de Shell, Juan José Aranguren. Parece una burla, pero es directamente un insulto.

Creen que estamos distraídos y nos olvidamos de las cartas de Elisa Carrió dirigidas a embajadas extranjeras para intentar dañar el avance diplomático de nuestro país en el plano internacional. O que olvidamos los estrechos vínculos de Laura Alonso con los Fondos Buitre. O que nos distraemos de que mientras ahora hablan de repudiar toda corrupción siguen sin separar a los funcionarios que le regalaron tanto dinero público a Fernando Niembro, el alfil que se resignó para ocultar esa mugre de los ojos de aquellos a los que pueden adoctrinar televisivamente. Y podría seguir dando muchísimos ejemplos.

Si soñaron con una concordia, digna de un novelita romántica, les pido que sean realistas y miren qué tipo de medidas proponen para implementar su restauración liberal-conservadora, y van a comprender cada una de mis palabras. Somos ya una firme oposición, de cara a cada una de las cosas que muestran e insinúan. Menos en aquello de "pobreza cero" que prometió el vocero de las corporaciones durante la campaña. Pero con la guadaña que vienen me parece que la intención tiene mas que ver con el exterminar pobres que con el incluirlos a la sociedad de un modo digno. Claramente seremos propensos a acompañar cada medida que tienda a ampliar oportunidades y derechos para los sectores populares, pero seremos irreductibles cada vez que constatemos que se intentan priorizar privilegios para los sectores corporativos en detrimento de los derechos de las mayorías.

Esto que digo no es de ninguna manera en contra de los vecinos que pensaron que el ideario del PRO era la Revolución de la Alegría, pues yo también en algún momento de mi vida leí con ilusión -que en perspectiva juzgo candorosa- algunos libritos de autoayuda o reflexiones cargadas de pensamiento mágico. Cómo acusarlos a ellos, si les generaron con indiscutible eficacia marketinera ni mas ni menos que una gran expectativa, y sabemos que no es poca cosa lograr en el otro un sentimiento de esperanza, por mas que termine siendo un espejismo. Y considero también a otros votantes, seguramente mas analíticos y muy racionales, que vieron sinceramente en la figura de Macri a un descollante Estadista y sintieron que debían votar en consecuencia. A ninguno de los recién mencionados van mis dardos, pues probablemente a muchos de ellos los deberemos asistir de modo solidario, como corresponde, durante los próximos años. Mis dardos políticos, y los de tantos compañeros, apuntan directamente a quienes desde hace años planifican un retroceso, apuntan a quienes planean darle protagonismo a los que dicen que "nuestras Malvinas ya no son nuestras" y van contra quienes programan un rumbo contrario al respeto de nuestros derechos adquiridos. Y cada dardo se dirige también hacia quienes intenten meternos en conflictos internacionales que alteren los intereses soberanos de nuestra Patria Grande, hasta hoy zona de paz.

Dejo al final de estas consideraciones, algunas imágenes que darán a todos claras señales del tipo de "diálogo" que estuvieron dispuestos a establecer hasta ahora esos sectores reaccionarios que hoy piden la unidad del agua con el aceite, y una pronta reconciliación utilitaria. Una unidad que nosotros, los herederos de las luchas populares del Siglo XX, con nuestros perseguidos, nuestros fusilados y nuestros desaparecidos, ya les anunciamos que es absolutamente imposible, de no cambiarse los términos. No se confundan, no es odio, es Memoria. Es el pedido que nos hace el casi 50% de la sociedad que nos ha votado. Y es también conciencia de en qué lugar de la historia elegimos pararnos, sabiendo, como dice Cristina, que un país no es como una empresa, en donde el balance se realiza en los términos economicistas de cuanta guita entró y cuanta salió; en una Nación el balance se pondera en términos humanos, viendo cuanta gente está incluída y cuanta no. Somos peronistas y evaluamos las realidades en términos políticos, no somos asépticos tecnócratas con impronta gerencial. Cualquier gobierno que a esta altura intente manejarse en términos empresariales, conocerá el fracaso en Argentina. No es amenaza; es claro aviso de que somos democráticos, pero a la vez no estamos dispuestos a volver a comer de la basura esperando "derrames" que nunca ocurrirán. Y que considere el próximo gobierno pedirle un poco de republicanismo a sus aliados del Partido Judicial, a quienes los vemos casi siempre jugando en favor de los poderosos; se me vienen ahora las continuas cautelares a favor del ilegal Grupo Clarín, pero hay muchos otros casos.
Si gobiernan pensando en el pueblo y en cada trabajador, no hay ningún peligro a la vista, realmente ninguno.


Hoy parece que les "urge la unidad". Miren las fotos y verán quienes nos piden un abrazo imposible para poder llevar a delante una agenda que no es la nuestra.


lunes, 23 de noviembre de 2015

El Cambio ya comenzó

-Por Fabián Curotto-

El domingo millones de votantes eligieron que Mauricio Macri sea el nuevo presidente.
Muchos votaron con ilusión, me consta. Muchos votaron con odio o con desprecio, también me consta.
Les cuento que para los trabajadores estatales nacionales el cambio ya comenzó a operar.
No hace falta sobreabundar en detalles sobre la realidad que a la derecha liberal le interesa mas priorizar la eficiencia presupuestaria que la eficacia práctica del abordaje humano en las problemáticas que ocupan a cada Ministerio. Es decir, echar trabajadores es emprolijar costos, pues el sueldo y cada puesto de trabajo son  más "un gasto" que un derecho, según esa concepción mercantil de la vida. Nos comunican que a los estatales de la Provincia de Buenos Aires ya les ocurre lo mismo.

Bueno, en esto que paso a contar andan muchos trabajadores que a esta altura estarían planificando sus vacaciones para disfrutar de unos días junto a sus hijos en algún destino turístico.
A mi ya me pasó. Mi hija de siete años me preguntó si podremos irnos de vacaciones. Le dije que espere, es que esta semana empiezan las reuniones gremiales para ver quienes siguen con trabajo y quienes no, con la esperanza de ganar esta contienda que se avizora peliaguda. 
Es que ya están palpables los vientos de restauración liberal-conservadora que nos trajeron. 
A esa restauración de situaciones noventistas la titularon Cambiemos, los pícaros.
Pero bueno, habrá que pensar que hay mucho "sub-treinta" votando, y mucho ingenuo.

Ahora viene la parte en que agradezco sinceramente a cada uno de quienes votaron al Frente para la Victoria, pues le avisamos a todo el que pudimos que de ganar Scioli la cosa venía bien en cuanto a mercado interno y expectativas turísticas para este verano, y supieron entender que esa previsibilidad era buena. Pero de repente hasta sectores que hasta hace un tiempo decían que la previsibilidad era buena, se enamoraron de Durán Barba y su idea del Cambio. Era tan positivo un escenario previsible que, además de permitirnos planificar la vida a millones, no coartaba ni menguaba la posibilidad de que "los otros", "los ellos" -esos que nos desprecian o desprecian nuestras formas- también se pudiesen ir de vacaciones. Ah, pero si las cosas no son disfrutadas en exclusividad, parece que molestan. Ya se tuvieron que cruzar con demasiados "negros" en los lugares en que hasta hace unos años sólo veían rubios. Y cierto espíritu de confraternidad tiene determinados límites, ahora, tal vez, mensurables electoralmente.

Acá tienen el inicio de la concreción social de esa "grieta"que hasta anteayer era discursiva. Algunos ya no podemos planificar demasiado porque empezamos a ocuparnos en defender que el pan siga estando en la mesa de unos cuantos.
Después que alguien me diga como le explico del modo menos doloroso a mis hijas y a los hijos de mis compañeros que mucho de esto pasa porque desde ciertos medios de comunicación convencieron a unos tantos que esos estatales que no llegaron a consolidar su situación laboral son "todos ñoquis" y "todos larvas", y por lo tanto merecen ser castigados con la incertidumbre que no deja ni dormir, o con la posibilidad real de arrojarlos a la calle, como en los '90... Menos familias comiendo, para que los "números macro" comiencen a cerrarle a Prat Gay y le arranquen entonces una sonrisa. Nuevamente Gracias...





sábado, 21 de noviembre de 2015

La ex Mansión Seré y "la grieta"

-Por Fabián Curotto-

Ayer a la mañana nos encontramos con la tristeza de ver en el sitio correspondiente a la ex Mansión Seré una pintada ofensiva para el Pueblo argentino. Dicho lugar ofició de sitio de detención ilegal, de sistemática tortura y de desaparición de personas durante un período de la última dictadura cívico-militar. La afrenta es contra el Pueblo, pues la ideología que promueve la frase de la pintada es propia de los sectores reaccionarios que permanecen activos y retoman protagonismo en nuestra sociedad.

Aludiendo a la fecha de las próximas elecciones, se usaron las siguientes palabras "el 22 se termina el curro". El candidato presidencial de la Alianza de la restauración liberal-conservadora, Mauricio Macri, fue quien le puso voz a esta idea en 2014 cuando dijo que con él se iba a terminar “el curro de los derechos humanos”.
Las políticas de Derechos Humanos, las de Memoria, Verdad y Justicia, no son un curro. Son un logro de la sociedad. Logro apoyado en las luchas de organismos que militaron la memoria y logro impulsado por la voluntad política de algunos protagonistas del escenario político. Que el genocida Videla haya terminado sus días preso al igual que otros cuantos, no fue un curro, fue Justicia.

El operador político de la oposición Jorge Lanata fue quien le dio entidad al concepto de "la grieta". Hizo creer a unos cuantos que fueron los gobiernos de Néstor y Cristina quienes inventaron a los intereses contrapuestos, a las posiciones encontradas y antagónicas de los sectores de poder. Y para muchos cómodos oyentes ese relato arengado desde Radio Mitre y desde otros tentáculos del ilegal multimedio Clarín fue verosímil y hasta les ahorró el pensar. Ya no hacía falta recordar de que se trataba aquello de Unitarios y Federales en el Siglo XIX, o aquello de intereses oligárquicos contra intereses populares, tan materializado en una época por la realidad del antiperonismo contra el peronismo que buscaba ampliar derechos. O las resistencias y las dictaduras. Nada, ahora solo alcanzaba con decir que el kirchnerismo "inventó" enemigos para sostenerse. Así de boba la argumentación, pero así de efectiva.
Interpeló y bajó línea al gorilismo militante de algunos y al gorilismo inconciente de otros.

Fue en 2013 cuando Lanata, uno de los impulsores de la candidatura presidencial del reaccionario empresario porteño Mauricio Macri, dijo "Yo a esto lo llamo “la grieta” y creo que es lo peor que nos pasa y que va a trascender al actual gobierno. Esta grieta ya no es solo política, sino que es cultural." En ese "va a trascender" me detengo. A éste domingo, gane Scioli o gane Macri, la grieta que invoca Lanata lo va a sobrevivir, pues a la derecha le sirve políticamente que permanezca viva relatada a su manera, ya que fue parte del combustible que utilizó para llegar hasta aquí. Quienes dicen quejarse de "la grieta" se han enamorado de la misma, pues vuelcan en ella enojos atendibles, berrinches clasistas y hasta algunas frustraciones o mezquindades personales. Yendo a lo central, el temor de muchos de nosotros es que, de lograrse una restauración en el gobierno de los sectores anti nacionales y anti populares, esa "grieta"que hoy sobreactúan como insoportable -pero que hasta ahora fue discursiva- tome cuerpo en lo social. Es decir, que el enfrentamiento entre intereses contrapuestos vuelva a cobrarse vidas a fuerza de querer empobrecer y excluir personas, como ya ocurrió, por dar un ejemplo, en 2001.


Y vuelvo a la vergonzante pintada en esa Casa de la Memoria sita en el Partido de Morón. Y ya me parece escuchar a algún alegre propiciador del triunfo de Macri diciendo ¿y qué tengo que ver yo con esa pintada?. Como los gorilas que festejaron el derrocamiento de Perón en el '55 y luego decían ¿y que tenemos que ver nosotros, simples ciudadanos, con los bombardeos criminales a la Plaza de Mayo? Quien apoya a determinados sectores o partidos, no puede desentenderse de la ideología que los sustentan.

Esa forma de apoyar con el voto o de otra manera a políticas neoliberales que sabemos certeramente que generan exclusión social y despues jugarla a "yo no tengo nada que ver" es repugnante, pues demuestra el menosprecio del análisis serio a la hora de optar, o la mas cobarde de las complicidades, que es la hipocresía. Pues uno a esta altura de la historia ya sabe que cosas vienen en el combo que uno elige y que cosas no. No puede uno ensalsar a Donald Trump y después desentenderse cuando algunos inmigrantes son masacrados en Estados Unidos.

Si yo voto industrialización no puedo hacerme el distraído cuando se abre una fábrica, pues mi voto apuntaba a esa consecuencia. El informado que vota oligarcas reaccionarios no puede desentenderse tan inmediatamente de la ominosa pintada agraviante en la ex Mansión Seré. 
No puede desentenderse en absoluto, pues viene en el mismo paquete que está eligiendo, como vienen los Fondos Buitre y la posibilidad del peso del ajuste sobre las espaldas de los trabajadores.

No me vengan con que el cambio al que apuntan es "la revolución de la alegría" y los globitos, después de tantas luces de alarma mostradas y demostradas. Cada uno debe hacerse cargo, ahora y después, de qué proyecto abraza. Que jueguen a los ingenuos o a los distraídos con sus hijos si quieren, a esta altura a muchos de nosotros no podrán engañarnos nunca mas.


domingo, 8 de noviembre de 2015

A la exclusión planificada ahora la llaman Cambio

-Por Fabián Curotto-

Quienes abrieron la puerta de nuestro país a las políticas neoliberales en 1976 también hablaban muy lindo y ponderaban la idea del "CAMBIO" como cosa central. 

Mi familia, por ejemplo, experimentó ese cambio; claro, todo nos cambió para peor. Y a 30 mil compañeros... ni hace falta que aclare. 
La restauración liberal conservadora que proponen nuevamente no vendría esta vez a exterminar trabajadores y estudiantes en centros clandestinos, no juego con eso. 
Ya Domingo Cavallo en los '90 demostró que se puede hacer puré a un pueblo sin necesidad de tantas balas. Vemos que son las mismas recetas económicas, y los mismos grupos, quienes nos vendrían a excluir, para que la tan mentada 'grieta' vuelva a tomar mas cuerpo en lo social que en lo dialéctico, como en aquellos tiempos. 
Y pienso en la Industria Argentina mientras otros piensan en abrir importaciones, y me detengo en cada ex desocupado que en esta década recuperó su empleo, al tiempo que logró ampliar también otros derechos, y te juro que no dudo hermano, no dudo ni un poco.

#NuncaMacri