domingo, 6 de septiembre de 2015

Un sincericidio a la derecha

-Por Fabián Curotto-

Hace unos días uno de los principales economistas del equipo de Mauricio Macri, publicó una nota en la gran tribuna liberal de nuestra prensa escrita, el diario La Nación. Conociendo ese terreno que le es propio se animó José Luis Espert -pues es a quien me refiero- a expresarse sin eufemismos, pues el grueso de los lectores de dicho diario se mueve naturalmente entre el neoliberalismo económico y conservadurismo político, De hecho en los comentarios al pié de la nota, muchos de los opinadores festejan el recorte que propone el economista para sus abuelos, para los asalariados de su barrio, y tal vez para ellos mismos, pero he comprobado que el gorilismo suele pesar más que la lógica o la pertenencia de clase a la hora de definir ideológicamente a muchísimos sujetos. Si, incluso llegando a jugar en contra de sus propios intereses sectoriales.

La nota es bastante extensa, por lo cual tomaré los ejes. No podrán acusarme de sacar las frases de contexto, básicamente por dos cuestiones. En primer lugar porque dejo al final de éste artículo el enlace a la nota completa, y segundo porque en este caso no hay puñal debajo del poncho por parte de Espert; viene a atacar los intereses de los trabajadores argentinos directamente con el puñal en la mano, así de visiblemente, como quien te avisa que te va a tajear los intestinos bien de frente y sin anestesia. Si por antiperonismo, por el mencionado gorilismo o por cualquier otra construcción ideológica sustentada fundamentalmente en el odio o en un elitismo antipopular, alguno después de leer y, fundamentalmente, de comprender la nota de Espert, elige votar al PRO como opción nacional, allá esa persona. Pero siempre digo, sean coherentes. No nos vengan después, como hicieron algunos al ver las consecuencias sociales que ocurrieron durante y luego del genocidio económico de los años '90, a decirnos que "les duele la Patria" cuando ven crecer la pobreza, o cuando crecen las tasas de desempleo. Asúmanse como individualistas, como cultores del capitalismo mas inhumano, y háganse cargo sin postreras hipocresías del destino que eligen para intentar construir otra Argentina o directamente desguazarla. Tienen derecho a pensar así, claramente, y pueden expresarlo en esta Democracia; a lo que nadie tiene derecho es a pisotear lo conquistado en cuanto a derechos durante los últimos años, que eso quede bien claro. Lo digo por si en algún momento nos ven enfrentar firmemente algunas posibles medidas que pretendan perjudicar a las mayorías populares.

Ya Espert había escrito otra nota con título escalofriante. "No hay que proteger a la industria", decía en aquella ocasión, nota en la que atacaba las medidas contracíclicas del actual gobierno nacional, ensañándose especialmente con el sostenimiento del mercado interno. Recordemos que podemos debatir cuantos años puede mantenerse bien activo un mercado interno mientras ocurren crisis internacionales de importancia -si cinco, si siete, si diez años- pero de allí a caracterizar como negativo al conjunto de medidas que sostuvo el empleo, el consumo interno, la producción nacional y hasta al turismo en todas nuestras regiones, es ya demasiado perverso. Estos economistas son los que quieren que "cierren los números", sin importar si las personas quedan afuera o dentro de la ecuación. En realidad los prefieren afuera, para abaratar "gastos".

Lo que vean subrayado al lado de alguna de las frases, es comentario de mi cosecha. No soy economista, pero me he formado políticamente junto a mis compañeros y conservo la memoria, cosa -esta última- que en algunos parece haber menguado considerablemente, pues hasta sus orígenes sociales parecen tener olvidados. Por lo demás, después no digan que nadie les avisó y que sinceramente pensaban que los economistas del PRO eran patriotas nacionales y Macri una especie de héroe de nuestra independencia. No subestimo a nadie, pero pido entonces que no quieran vendernos el siguiente asco como compatible con nuestro destino de realizar una Patria socialmente justa y económicamente libre, siendo políticamente soberana.




Modelo agotado








Arranca Espert planteando que estamos en crisis y habla de "modelo agotado". Es decir, arranca desde su supuesto, no teniendo en cuenta la baja tasa de desempleo ni las buenas condiciones que existen actualmente para que los trabajadores negocien su salario. Sepan que Espert ve a las paritarias como "algo malo", puede chequearse lo que afirmo. Claro, disculpen, estoy poniendo al humano como prioridad, sepan entenderme.


"Ya sucedió varias veces: a mediados de los años 70, con el Plan de Inflación 0 de Gelbard que terminó en el Rodrigazo" cualquier peronista mas o menos informado descubre la mentira de tal afirmación. Justamente se llegó al Rodrigazo porque no se sostuvo a Gelbard o a alguien de su misma concepción en el Ministerio de Economía y se optó por modificar el rumbo. La economía argentina hasta 1975, a pesar de sus vaivenes políticos, llevaba 11 años de crecimiento continuo. Pueden investigar el rol que jugó en todo esto un economista ultraliberal, conservador, fuertemente antiperonista y contertulio del poder empresario, llamado Roberto Zinn.

"Los depósitos y el crédito se sostienen hasta que la inflación y el atraso cambiario hacen de la compra de dólares el único refugio a la expoliación de las tasas de interés negativas." Vuelve a tender la misma trampa, que es dar como verdad absoluta lo que él, como ultra liberal, considera cierto. Habla de atraso cambiario, es decir, precio del dólar supuestamente muy atrasado. Entonces hablemos con sinceridad y evaluemos; ¿para quienes está atrasado el dólar? ¿Para los jubilados de mi barrio? ¿para mí, que dependo de un sualdo? ¿O, fundamentalmente, para los agroexportadores mas poderosos, que buscan siempre -como es lógico- mayor ganancia posible, y si el dólar estuviese a 20 pesos pedirían que esté a 30? Gobernar es priorizar. No se puede gobernar para que sonría plenamente un sector que en número de familias no llegan a los cien, cargando sobre las espaldas y el esfuerzo de las mayorías trabajadores de nuestro país. Ya no. Si se devalúa fuertemente les aseguro que pierden nuestros ancianos, nuestro jubilados, no los pícaros especuladores de siempre ni el Poder Económico concentrado ¿hace falta explicar esto todavía?


"El ajuste, que deberá consistir en equilibrar las cuentas públicas, corregir las grandes distorsiones de precios relativos que existen y reinsertar al país en el mundo, es necesario porque hace cuatro años que la economía no crece, la inflación está entre las más altas del mundo, hay suspensiones y despidos de trabajadores, las distribuidoras de energía están quebradas, las economías regionales sufren una de las peores crisis de su historia y ni la soja es rentable ya." A la necesidad de ajuste ya la presenta como única opción. Falso: siempre existe otra opción, pasa que a algunos les conviene ésta y no otra mas redistributiva. Cuando habla de equilibrar las cuentas públicas se mete deirectamente con el Estado. Si, habla de despidos: las cuentas no les dan a estos gurúes con tantas familias comiendo. Y habla de "reinsertar" al país en el mundo. Si tenemos comercio con gigantes como China, Rusia, además de los acuerdos con otros países latinoaméricanos ¿de qué mundo habla? Claro que piensa en Estados Unidos, pero fundamentalmente en los organismos de crédito internacional. Después ya veremos para qué. Ustedes me dirán que una de las cosas que mas autonomía a la hora de negociar nos dió fué, no sólo el habernos desendeudado, sino el habernos sacado el peso de empleados de esos organismos que no eran otra cosa que operadores del comercio transnacional metiendose en nuestras cuentas para ver como sacarles llevarlaspara su molino. Tras cartón no reconoce ni una de las medidas activas que han desacelerado la inflación en los últimos tiempos, ni siquiera el éxito del programa Precios Cuidados. Y cuando habla de economías regionales termina refiriéndose a la soja. No es casual su mención, la matriz productiva no le interesa, recordemos eso de "no hay que proteger a la industria". Afirma que hace cuatro años que la economía no crece, es falso de toda falsedad. ¿Estoy sosteniendo que se está creciendo a tasas del 10%? No digo eso, pero es falso que no haya datos comprobables de crecimiento. Crecimiento moderado, pero crecimiento en medio de un mundo con unas complejidades que creo que no hace falta explicar mucho, sin ir mas lejos mirando las dificultades internas de nuestro gran mercado mas cercano, que es Brasil.

"El ajuste es inevitable si no conseguimos financiamiento externo, so pena de seguir el camino de Venezuela." Sinceramente podríamos detenernos a comentar cada renglón de este paquetazo que la derecha quiere tirarnos por la cabeza a quienes vivimos de nuestro empleo. En este caso la derecha hablando por boca del lobbysta Espert como otras veces lo hace mediante Melconián. Pero finalicemos con la frase que arranca con "el ajuste es inevitable" y termina con "el camino de Venezuela". El ajuste que el desea inevitable es fácil de evitar: primero no votando la opción que apoyan La Rural y otras minorías que pretenden concentrar la riqueza en aún menos manos que las actuales y ,segundo, con el pueblo en las calles, en estado de organización y movilización continuas, ya sea para respaldar lo que se haga bien, para marcar alguna diferencia o para no permitir la pérdida de los derechos obtenidos, si llega el caso. El facilismo de equiparar a Argentina con Venezuela, ya sea pretendiendo alegrar o preocupar al posible lector, es de una arbitrariedad destacable. La matriz y diversificación productivas de ambos países no es comparable, sus recursos son diferentes, y hasta su geografía lo es, reconociendo esto desde el profundo cariño que siento por dicha República Bolivariana. Bueno, así de "serio" es Espert a la hora de ponerse a operar sobre la opinión general, en busca de nuevos electores que colaboren en lograr ese ajuste que sirve tan solo a quienes no viven de un sueldo y a quienes no necesitan de la escuela y la salud públicas, es definitiva, no necesitan de un Estado Presente, que sepa reconocer prioridades y sepa establecer los marcos regulatorios que sean necesarios para conseguir condiciones de supervivencia y de desarrollo para todas las iniciativas, por ejemplo para las PyMES, que para los gigantes oligopólicos son fáciles de aplastar si nadie hace nada para impedirlo. 
Tenemos la reciente postal de lo que provocó el neoliberalismo en Grecia, y sabemos que tipo de recetas provocaron tal situación. Recuerden que los economistas del PRO son señalados por el genocida económico Domingo Cavallo, por varias corporaciones y por la Sociedad Rural como "el mejor equipo". A confesión de partes, relevo de pruebas. 

Seamos humanos y conservemos la mirada solidaria. No seamos loritos de las necesidades de la franja mas mezquina de esos "negocios y mercados", franja que no está interesada siquiera un poco en la vida o en el pan de nuestras familias, ni en nada que no sean sus bolsillos.





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