sábado, 22 de agosto de 2015

El Péndulo es enemigo de la Brújula

-Por Fabián Curotto-

Comentarios en torno a la alternancia:

Algo arbitrariamente instalado es que toda alternancia es saludable. En la gran mayoría de los casos no creo que haya cosa mas nociva que la alternancia en cuanto a intento de previsibilidad, y sobre todo cuando algo está en pleno desarrollo. Digo esto viendo cómo muchos plantean la idea de alternancia en estos tiempos. Pero hay que estar atentos a qué es lo que se está proponiendo cuando se usa como refugio de esa palabra. En la Argentina actual algunos no se animan a decir cambio y quieren suavizar, desde eufemismos, sus  llamados a dar un volantazo hacia la derecha.
Ha instalado el marketing político -que es lo mas alejado de la política real que uno pueda conocer- que, en una democracia que se precie como tal, la alternancia es positiva, per se, así, sin mas.

La alternancia de Proyectos, la supresión de continuidad en una planificación, es justamente lo que impide consolidar políticas de Estado, lo que atenta contra el largo plazo. Porque cuando se nos habla de nuevos nombres, de renovación o de recambio, muchas veces, a decir verdad, se nos está queriendo empujar a un "barajar y dar de nuevo" y no a un simple cambio de nombres. Quienes en algún tiempo fueron los dueños de las cartas, de la mesa donde se jugaba y hasta de los jugadores, empiezan a generar climas para volver a ser formalmente los dueños de todas las cosas. Solos no pueden lograr el resultado que esperan, pero tienen los medios para hacer creer a mas de uno que llueve mientras hay sol. Buscarán debatir un cambio de Paradigmas, o alguna reformulación. Se buscará, en realidad, un regreso a Paradigmas del pasado. No les molestan las formas, por más que discursivamente se apoyen en eso; quien está realmente incómodo o enojado lo está por el fondo de las cuestiones. Ese enojo pasa a ser patrimonio del que vio afectado alguno de sus privilegios y también de aquellos a quienes logró convencer, siendo muchas veces estos últimos los mas perjudicados si ocurre lo que se propone como alternativo, que suele ser mal vino viejo en copa nueva. Pero el sabor de este vino rancio y despreciable lo reconocerán mas tarde, cuando ya se lo hayan hecho tragar.

Si hay algo que impide una buena planificación es la alternancia continua, la oscilación constante; el péndulo es enemigo de la brújula.

Lo pendular en la conducción de un destino puede utilizarse, llegado el caso, como herramienta táctica, pero nunca puede ser la Estrategia. Si hay claridad de objetivos, el norte está señalado.
Por ejemplo, la industrialización de un país no puede llegar a buen puerto con la alternancia de proyectos, con la reformulación constante. Es muy difícil ganar cualquier batalla sin un plan definido y con órdenes contradictorias. Instalar que la alternancia a secas es buena, termina siendo rentable para pocos. Para esos que suelen decir aquello de "río revuelto, ganancia de pescadores". Y lo dicen con razón, porque están a la pesca, y entonces intentan siempre agitar las aguas. De eso se tratan las corridas bancarias, si ponemos foco en los especuladores. El especulador francamente dedica mucho tiempo y esfuerzo en generar esos escenarios que le pueden permitir arrojar sus redes, será por eso que no les queda tiempo para trabajar honestamente, producir o incluso pensar en el bien general. La alternancia que mas les gusta es la que genera zozobra un buen tiempo y "previsibilidad" algo después, pero sabemos que tipo de previsibilidad ponderan; la que no les acote su negocio. Negocio para pocos e imposibilidad de realización para muchos. Así que cuando alguien habla de "previsibilidad" y de "reglas de juego" hay que mirar desde que interés lo está diciendo. Claro que está buena la previsibilidad, Nosotros en los últimos años tuvimos la previsibilidad de que las paritarias continuarían para los trabajadores, de que la ampliación de derechos sociales se consolidaría y tantas otras certezas mas. Pero los bolseros que transitan diariamente la City Porteña, por nombrar un sector, buscan otro tipo de certezas, con menos humanidad dentro de la noticia.

Volviendo al término que nos convoca, veamos dos países que por mucho más de medio siglo apostaron a modelos sin alternancia, con direcciones únicas y claras. Cuba y Estados Unidos decidieron institucionalizar sus políticas de Estado. Cuba con un rumbo socialista y solidario, y Estados Unidos con un destino capitalista e imperialista. Los estadounidenses instalaron la imagen de que en su tierra existe efectivamente una "democrática alternancia". Cambian los nombres, si, pero ya sea que se encuentre en la presidencia un demócrata o un republicano la estructura capitalista y los métodos imperialistas nunca están en franca discusión. Y si llegara a resonar, en una medida mas allá de lo deseable tal discusión, el poder real se encargará de saldar pragmáticamente tal situación, por lo cual esa alternancia puede ser aceptada como simpático espejismo. Sirva como ejemplo lo que le sucedió a John Fitzgerald Kennedy, que terminó con altos niveles de plomo en su cuerpo, en momentos en que -ahora lo sabemos- venia estableciendo contactos con el gobierno de Fidel.
En el caso de Barack Obama, siendo presidente, tuvo que soportar la afrenta que le hizo a principios de 2015 el Partido Republicano, que llevó a disertar en el Capitolio al presidente sionista del Estado de Israel, Benjamín Netanyahu, para que contradiga las intenciones de Obama en su propio territorio.

Podría seguir, pero voy al punto. Que quien busque un cambio que implique un retorno a las políticas económicas propias del neoliberalismo, o favorables de algún otro modo a la oligarquía, que no utilice la palabra "alternancia" de manera alguna, pues lo que busca es una cosa bien diferente. Por todos lados se nota lo que quieren vendernos: es gato, no es liebre.


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