domingo, 30 de diciembre de 2012

La identidad es un valor insoslayable

Me encuentro hoy tempranito, mientras mateaba, con la nota de "Pagina/12" que reproduzco a continuación. Ver a un querido compañero disfrutando de la recuperación plena de su identidad nos emociona, y a la vez nos obliga a reflexionar sobre algunos aspectos kafkianos de nuestra justicia como aparato o laberinto, pues mantiene en su interior algunos sujetos doctorados en postergación, algunos jueces profesionalizados en ocultamiento y algunos surrealismos mas. Se me viene a la cabeza la frase de una estadista: "es necesario democratizar la justicia".
Pero volviendo al hecho concreto, la verdad -La Verdad, así con mayúsculas- llegó para restituir legalmente una identidad, un nombre que es un hombre. Con lucha, con convicción... bueno, eso es Andrés.
El jueves pasado, junto a muchos compañeros, celebramos a puro abrazo esta noticia. Yo miraba al cielo mientras nos hablaba el hijo de Pedro La Blunda y de Mabel Fontana. Yo miraba el cielo peronista que nos cubría en ese momento. Si, esa noche el cielo estaba peronista, por eso no podiamos dejar de pensar en Néstor, en los 30 mil compañeros y en nosostros mismos que, cuando estamos unidos... triunfamos.
                                                                           
                                                                 Fabián Curotto



ANDRES LA BLUNDA, NIETO RECUPERADO Y SECRETARIO GENERAL DE KOLINA


“Lo único que puede convivir con el amor es la verdad”

Fue criado por un matrimonio que no conocía su origen. Las Abuelas lo encontraron en 1984 pero sus padres adoptivos y su familia biológica acordaron no contarle la verdad. Hasta que en 1999 una prima no aguantó más. Reconstruyó su historia de a poco. El 21 de diciembre pasado recuperó su nombre y el DNI que lo certifica.

Por Carlos Rodríguez

Nació en enero de 1977 con nombre, apellido y documentación en regla, inscripto como hijo legítimo por sus padres Pedro La Blunda y Mabel Lucía Fontana. A los tres meses de vida, cuando vivía con ellos en San Fernando, éstos fueron secuestrados y él entregado a un matrimonio vecino que nunca indagó sobre su origen. Sus padres biológicos siguen desaparecidos y los de crianza nunca le dijeron nada, ni siquiera que era hijo adoptivo. En 1983, rastreado por las Abuelas de Plaza de Mayo, a los 8 años, se reencontró en Mar del Plata con sus tíos y primos biológicos, pero la mentira siguió. No le dijeron la verdad de su historia. Un acuerdo forzado por la familia de adopción hizo que la rama biológica fueran sólo “parientes lejanos” que vivían en Europa. En 1999, a través de una prima, supo la verdad y desde entonces dedicó su vida a reconstruir su historia. Así descubrió que en su adopción irregular intervino la misma jueza de San Isidro que aprobó la adopción de los hijos de Ernestina Herrera de Noble. El 21 de diciembre pasado, Andrés La Blunda recuperó su nombre y el DNI que lo certifica. Este nieto recuperado es hoy secretario general de la Corriente de Liberación e Integración Nacional (Kolina), liderada por Alicia Kirchner, y jura que la política de derechos humanos que empezó en 2003 le hizo recuperar su nombre “y la esperanza”.

En diálogo con Página/12, La Blunda sostiene que lo que ocurrió el viernes 21 de diciembre de 2012 fue “el reencuentro con mi identidad plena y con el documento perdido durante casi 35 años. Cuando secuestraron a mis padres, el 20 de abril de 1977, yo tenía una partida de nacimiento, un DNI, un número y un nombre”.

Todo eso lo perdió el 20 de abril de 1977, con el secuestro de sus padres, en el noveno piso del edificio de departamentos ubicado en Constitución 1274, de San Fernando. Los militares que se llevaron a Pedro y Mabel, miembros de la columna norte de Montoneros, entregaron al niño a unos vecinos que vivían en el departamento de enfrente, un matrimonio joven de apellidos Cabral-Benavide, que lo adoptó tiempo después sin conocer su origen. Lo anotaron con el nombre de Mauro Gabriel Cabral. “Mis padres adoptivos no sabían nada de mi historia. Era una familia que ignoraba lo que ocurría en esos años, que ignoraba la situación política, las desapariciones y que no tenían vinculación con los militares”, relata La Blunda. Dice que lo único positivo, entre comillas, fue que zafó “del plan sistemático de robo de bebés, tal vez porque era morochito y no rubio” y de ser apropiado por una familia vinculada con la dictadura. Sus padres biológicos estaban en la clandestinidad y tenían poca vinculación con sus vecinos, pero igual con los años fue reconstruyendo la vida de ellos “porque habían quedado datos en la memoria colectiva, en San Fernando”. El matrimonio Cabral-Benavide fue primero a una comisaría y su titular de entonces les aconsejó que se quedaran con el niño “porque mi destino podía ser trágico”.

Con el tiempo, la pareja inició el trámite hasta llegar a la adopción plena. “La que primero interviene en mi adopción y ella sí sabía lo que estaba pasando, es una jueza de menores de San Isidro, Ofelia Hejt. Aquí hay una particularidad que es importante marcarla, porque si bien ellos (sus padres adoptivos) desconocían todo lo relacionado con mi origen, la jueza que interviene en mi adopción sabía lo que estaba pasando”.

Puntualiza que la jueza Ofelia Hejt es la misma que intervino en la adopción de Marcela y Felipe Noble Herrera, un caso que fue anterior al suyo. “El caso de ellos fue entre 1976 y principios de 1977, mientras que mi caso lo toma Hejt en mayo de 1977.” La jueza participó en “muy pocas adopciones de hijos de desaparecidos y una de ellas es la mía”. La Blunda asegura que Hejt “no hizo las averiguaciones que tenía que hacer, sabiendo que esta familia le relató que fueron militares los que me entregaron, y allí la jueza advierte que mis padres habían sido secuestrados por las fuerzas armadas. Ella inició el trámite de una adopción de manera irregular y rápida. Un trámite exprés”.

La jueza Hejt no fue la que sentenció, tiempo después, la adopción plena, fue la que armó y constituyó toda la documentación inicial, sin tener en cuenta que Andrés La Blunda tenía su partida de nacimiento y su DNI. La adopción plena recién se concretó en 1983 en la ciudad de Mar del Plata, donde Andrés se había mudado junto con sus padres adoptivos y sus hermanos de crianza Martín y Melisa Cabral. El que intervino entonces fue el juez Tamini, del Juzgado Nº9 en lo Civil y Comercial.

Hasta ese momento, en 1983, sobre el fin de la dictadura y ante la inminente asunción del presidente Raúl Alfonsín, el expediente de Andrés La Blunda seguía caratulado como “N.N. o Cabral”. Desde los tres meses, hasta que salió la adopción, fue criado por la familia Cabral-Benavide, hasta que meses después es localizado por las Abuelas de Plaza de Mayo, en la época en la que todavía era su presidenta Chicha Mariani, ayudadas por la familia biológica “que siempre había motorizado mi búsqueda desde que se enteraron que mis padres habían sido secuestrados”.

Lo encontraron las Abuelas en febrero de 1984. Fue el nieto 18 recuperado. La noticia apareció en Clarín, el domingo 26 de febrero, bajo el título “Hallazgo de un niño”. Andrés La Blunda, que tenía entonces 7 años, nunca leyó esa noticia y tampoco se enteró por la radio o por la televisión, dado que en esos primeros años de democracia, las rebeliones y presiones militares para tratar de borrar el pasado limitaban toda información relacionada con los años de la dictadura militar.

Hoy, La Blunda participa en charlas sobre la importancia de la política de derechos humanos y la recuperación de la identidad. “Hice un cuadernillo con datos y fotos que incluyen el recorte del diario Clarín, para que chicos y profesores vean cómo un diario cómplice de la dictadura publicaba notas sobre la aparición de los hijos de los desaparecidos.”

Uno de los miembros de la familia biológica con los que se reencuentra en esos años es con Carlos La Blunda, hermano de su padre, y con algunas de sus primas. Su familia adoptiva, en acuerdo forzado con sus parientes biológicos, aceptó el reencuentro, pero evitando toda alusión al doloroso pasado de Andrés. “Me presentaron a mi familia biológica como ‘parientes lejanos’ dado que ellos estaban exiliados en Europa”.

El reencuentro con su familia biológica fue en el verano de 1984, en Mar del Plata. “Lo que pasa allí es que las dos familias, de común acuerdo, deciden no contarme toda la verdad y ese fue uno de los grandes errores. Fue un acuerdo forzado, forzado por la misma dictadura que había montado no sólo el mecanismo de terror y de miedo, sino también de silencio y ocultamiento”.

La pista para poder encontrarlo la había iniciado otro de sus tíos, Héctor La Blunda, que en una oportunidad había visitado al matrimonio desaparecido en el departamento de San Fernando. “Allí empieza a averiguar con los vecinos y después se va al juzgado de la zona. Empieza a buscar todos los casos registrados en esa fecha (abril de 1977) y encuentra el caso N.N. o Cabral, que coincidía con el lugar y con todos los tiempos de mi historia. Al hermano de mi viejo no le permiten ver todo el expediente, pero luego va Chicha Mariani, de Abuelas, y ahí sale toda la historia: que viví unos años en San Fernando y que después nos mudamos a Mar del Plata con mis padres adoptivos.”

El hallazgo lo concretaron las Abuelas de la filial Mar del Plata. “La familia que me adoptó no es una familia apropiadora, pero mi caso igual roza la apropiación desde el hecho de que en mi historia no hubo verdad, hubo mentira. Ese es el punto en el que yo me pregunto hasta dónde hubo una adopción de buena fe cuando lo que hubo toda mi vida fue una mentira. En las charlas con los chicos en los colegios, lo que pregunto es si la mentira puede convivir con el amor. Lo único que puede convivir con el amor es la verdad”.

–¿Cómo siguió su relación con la familia de adopción?

Yo seguí con ellos sin saber nada, desde los 7 años hasta casi los 22, cuando mi prima Carolina La Blunda me dice la verdad. Ella se cansó del ocultamiento y de la mentira y un día explotó, fue y me dijo. Yo no sabía que era hijo adoptivo y menos que era hijo de desaparecidos.

–¿Nunca sospechó que era hijo adoptivo?

–Yo sentía a veces que no era hijo de esa familia, pero no me lo cuestionaba. Me sentía diferente, primero desde lo físico. Lo que pasa es que uno naturaliza un montón de cosas. Siempre hubo algo, pero no salía a la luz. Cuesta rebelarte ante una familia a la que le dijiste papá y mamá toda la vida. Estamos hablando de la época del pleno liberalismo.

–¿Y qué pasó con la familia biológica?

–Ellos me iban a visitar, porque estaban exiliados en España. Yo siempre creí que eran unos “parientes lejanos” de mi familia adoptiva. Era la familia de Junín, que me venía a ver. Ellos son todos de Junín, como mi padre, mientras que mi madre era de Paraná. Las Abuelas tampoco podían romper con ese acuerdo forzado. Mis dos familias fueron cómplices de esa mentira. Todos sabían la verdad, menos yo.

Esto siguió hasta que una noche, en 1999, su prima Carolina rompió el silencio y le contó todo. “Yo le creí todo lo que me contó, no dudé en ningún momento. Eso demuestra que yo estaba presintiendo que había una mentira oculta”. A pesar de estar convencido de que esa era la verdad, Andrés estuvo “un año sin poder hablar con esta familia (la adoptiva) para decirles que yo sabía todo. Me costó romper con esa estructura”. En ese momento estaba estudiando Ciencias Económicas y hasta llegó a dudar en seguir o no la carrera, aunque finalmente la pudo terminar. “Hice todo un replanteo de mi vida, pero no tomaba decisiones radicales para romper con lo instituido.”

“Empecé a tener más contacto con mi familia biológica, pero sentía culpa de decirles a todos que ya lo sabía, porque no quería dañar a ninguna de las dos. El razonamiento era cuidar al otro, como si yo fuera el culpable. Eso me llevó a la inmovilización, a no accionar, a no protegerme a mí mismo”. La única decisión que tomó fue reconstruir su historia, sin decirle nada a nadie.

Eso tropezó con la oposición de su familia de adopción. “Cuando se enteraron que yo sabía la verdad, no colaboraron en la búsqueda porque sentían que mi decisión era una falta de consideración hacia todo lo que me habían dado”. Ellos tenían “un miedo permanente a la pérdida. Siempre lo tuvieron, desde que yo tenía tres meses hasta que me enteré la verdad. Yo sabía que ellos no habían actuado conmigo de mala fe. Yo tengo dos hermanos de crianza y nunca hicieron una diferencia en contra mía, al contrario. Yo me sentía un privilegiado en relación con mis hermanos de crianza”.

Siguió viviendo con sus padres adoptivos hasta los 25 años, cuando decidió venirse a Buenos Aires. Allí se enteró que su padre, Pedro La Blunda, había sido “compañero de estudios y de militancia de Alicia Kirchner”, en la ciudad de La Plata. En los primeros meses de 2003 tuvo su primer encuentro con Alicia. La reconstrucción de su historia lo llevó a conocer que sus padres habían iniciado su romance en la ciudad de San Nicolás, cuando ya eran integrantes de Montoneros. “Entonces me entero que mi historia estaba territorialmente dispersa: una parte en Junín, otra en Paraná, otra en Mar del Plata, otra en San Nicolás, otra parte en la ciudad de Buenos Aires y otra en San Fernando”.

Una historia tan dispersa le dificultó la búsqueda. “Yo trabajaba, pero cuando empecé la búsqueda en 1995, pleno liberalismo, la cuestión económica me dificultaba viajar”. La Blunda afirma que su historia “comenzó a cambiar cuando Néstor (Kirchner) llega al Gobierno”. La historia de sus padres “que me había estado tanto tiempo negada, volvió a estar puesta en la escena política nacional y pasó a ser una historia reivindicada por un presidente”.

Recuerda que al principio, en Mar del Plata, les contó su historia “a los amigos de la infancia, que la recibieron con absoluta indiferencia”. En 2006 “me reencontré con muchas de esas amistades y ellos me pidieron disculpas, me dijeron ‘loco, nosotros estamos con vos, nosotros no sabíamos lo que había pasado’. Yo creo que ahí empezó a nacer la nueva Argentina, era otro país que se empezaba a construir y yo lo sentía en carne propia”. En ese marco, asegura que recuperar su nombre y su identidad “más que una decisión personal fue una decisión política. Yo estoy seguro que sin Néstor, Cristina y Alicia, sin este proyecto de país, yo seguiría siendo Mauro Gabriel Cabral”.



lunes, 24 de diciembre de 2012

Industria Nacional es Trabajo Argentino

Las medidas activas de la Secretaría de Comercio Interior -cuyo titular es Guillermo Moreno- obtienen resultados alentadores, resultados que seguramente no serán difundidos, o al menos no en su justa dimensión, por algunos medios y comunicadores que ideológicamente prefieren una economía tutelada por las reglas del Libre Mercado -de características mezquinas e identidad apátrida- y un Estado argentino sometido a dichas reglas.
                                                          Fabián Curotto



Alentadora noticia para la industria nacional


La mitad de los juguetes de Papá Noel será Made in Argentina

Papá Noel y los Reyes Magos no tendrán que viajar tan lejos este año para cargar los regalos de los niños argentinos. La política de protección a la industria nacional que lleva adelante el gobierno cambió la composición del mercado local de juguetes, y los fabricados en la Argentina ya representan nada menos que el 50 por ciento, una cifra que no se alcanzaba hacía al menos de veinte años.

Miguel Faraoni, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, reconoció a El Cronista que la baja en el ingreso de productos desde el exterior provocó un faltante de mercadería, por lo que los fabricantes cubrieron ese agujero.

"Aquí se produjo un 20 por ciento más en comparación con el año pasado; ya suponíamos que entraría al país menos cantidad de juguetes, y se decidió avanzar sobre ese hueco", explicó el empresario. Faraoni dijo que el 50 por ciento alcanzado "es el primer objetivo que nos habíamos establecido cuando se comenzó a trabajar en la protección de la industria nacional".

Los movimientos que provocaron las trabas a las importaciones provocaron un cambio abrupto en la entrada de juguetes extranjeros al país.

De acuerdo con las cifras que maneja la Cámara del Juguete, el tapón oficial provocó durante 2012 un derrumbe del 35 por ciento en el ingreso de esta mercadería a la Argentina en comparación con lo ocurrido en 2011.

Para los empresarios del sector, esto se vio reflejado en buenos resultados.

"En líneas generales se trató de un buen año, algo que se vio reflejado en el mayor nivel de producción que pudimos lograr", señaló Faraoni.

Las expectativas del sector de cara al futuro están centradas en que se mantengan las actuales regulaciones en cuanto al comercio exterior.

Si esto fuera así, como estiman los empresarios, los jugueteros confían en que su situación seguirá tendiendo a la mejora.

Así, consideran que para cuando termine 2013 los juguetes nacionales podrá alcanzar una participación del total de mercado de 5 puntos porcentuales más que la que tienen en la actualidad.

Las buenas expectativas del segmento juguetero también se centran en el volumen de ventas que esperan poder alcanzar para estas fiestas. Se cree que este año se comercializará un 10 por ciento más que el año pasado.

Otro de los puntos en los que se verá un crecimiento es en el de los precios de los juguetes. Para este fin de año los fabricantes impulsaron un alza que se moverá entre el 8 por ciento y el 15 por ciento -todo dependerá de quién lo elabore y de qué producto se trate-, aunque a esto se le debe sumar luego la remarcación que realizan los comerciantes.

Dependiendo también del canal de ventas del que se trate, aquí se pueden observar en comparación con las fiestas de 2011 incrementos que pueden tocar el 20 por ciento.

Como ejemplo de los efectos que provocó la limitación a las importaciones, Mattel (fabricante de Barbie, entre otros), acordó con la argentina Dimare la exportación de Rastis, de modo de equilibrar su balanza comercial y así poder abastecer al mercado argentino.


Fuentes: "El Cronista" y www.ceea-laplata.com.ar



viernes, 21 de diciembre de 2012

Juicio y castigo a los genocidas, una bandera en alto

Por Fabián Curotto

Todo asesinato es doloroso y todo crimen debe ser castigado, pero ¿quedan aún de los que no saben diferenciar entre lo que es un Crimen de Lesa Humanidad y lo que es un asesinato común, en situación de asalto o de riña vecinal? Si, quedan. Por eso apelo a tener clara esa diferenciación durante la lectura de esta nota.
En el mundo reconocen hoy en dia a nuestro país como un ejemplo en materia de Derechos Humanos.
Los crímenes de la dictadura clérigo-cívico-militar de los '70, ese Terrorismo de Estado y sus aberrantes acciones criminales, no fueron escondidas debajo de ninguna alfombra hecha de olvido o impunidad. España no puede decir lo mismo, Chile tampoco, y siguen los dolorosos casos. Acá se intentaron esconder las cosas, elaborar teorías "salomónicas" para dejar todo en la nada, claro está; pero la valentía de unos cuantos pudo mas que la complicidad o tibieza de tantos otros.
Hay, sin embargo, un país que posee sectores que parecen no darse cuenta de esta innegable y dignificante realidad: increíblemente ese pais es el nuestro. Tal vez la falta de perspectiva -uno no puede apreciar la importancia de un buen cuadro si  lo tiene todo el tiempo a dos centímetros de la cara- o, me inclino por esto último, la deficiente capacidad de lectura sobre nuestros diferentes momentos históricos, limitación dada por no haber sido capaces de saber, poder o querer aprender a leerlos a conciencia, hacen que un sector desorientado pretenda no reconocer las conquistas en materia de Derechos Humanos, avances que hemos ido logrando gracias a Las Madres de Plaza de Mayo, a las Abuelas de La Plaza, a los Hijos... pero también a la firme decisión política de los gobiernos populares que se iniciaron el 25 de mayo de 2003. Nestor y Cristina, hay que decirlo.
No caben dudas de lo orgullosos que debemos sentirnos por lo logrado en este sentido, y por cada uno de los nombrados anteriormente.
A raiz de ésto quiero compartir la siguiente nota de Telam; necesaria, elocuente.

ANUARIO


23 juicios con más de 400 represores condenados, entre ellos el primer civil, reafirman la política en Derechos Humanos


Veintitrés juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura cívico militar tuvieron sentencias durante 2012, y entre ellos se destaca el proceso por el que la justicia reconoció la existencia de un Plan Sistemático de Robo de Bebes, además de registrarse la primera condena a un funcionario civil por su participación en distintos crímenes.

Con más de 400 represores condenados, los juicios por delitos de lesa humanidad siguen siendo una política de Estado y este año la presidenta Cristina Fernández de Kirchner abogó, en su discurso ante la Asamblea Legislativa de marzo, para que en 2015 hayan concluido todos los juicios contra represores.

Durante 2012, y al cumplirse 35 años del inicio de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo para recuperar la identidad de los hijos de sus hijos, que ya son 108, fueron juzgados los apropiadores de los nietos recuperados Francisco Madariaga, Victoria Donda, Catalina de Sanctis Ovando y Sebastián Casado Tasca.

En este marco, otro logro de 2012 fue la creación, en el ámbito de la Procuración General de la Nación, de la Unidad especial para la investigación de apropiación de niños durante la dictadura, un largo reclamo de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Por otra parte, no es menor el avance en la decisión de investigar la complicidad civil de la dictadura y en ese sentido avanzaron investigaciones sobre el titular del Ingenio Ledesma de Jujuy, Carlos Pedro Blaquier por "ayudar" en la desaparición de personas, como así también sobre los ex directivos de la automotriz Ford de la planta de General Pacheco, además de la primera condena a un funcionario en el marco de la causa Circuito Camps.

Respecto de las sentencias más destacadas, el 26 de marzo, en Rosario, fue condenado a prisión perpetua al ex comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, Ramón Genaro Díaz Bessone, por los delitos de homicidio calificado por alevosía, privación ilegítima de la libertad y tormentos aplicados contra presos políticos.

En la Capital Federal, el 8 de junio fueron condenados los represores Pedro Santiago Godoy y Alfredo Omar Feito, a 25 y 18 años de prisión, respectivamente, por delitos de privación ilegitima de la libertad con aplicación de tormentos cometidos en el circuito "ABO", integrado por los centros clandestinos de detención Atlético, Banco, Olimpo.

En Capital Federal, el 5 de julio, la justicia argentina reconoció la existencia de un Plan Sistemático de Robo de Bebes a mujeres secuestradas durante la última dictadura, al condenar a 50 años de reclusión, la máxima sanción prevista en la legislación nacional, al ex dictador Jorge Rafael Videla, y aplicar severas penas de hasta 40 años a otros ex represores.

En Bahía Blanca, el 12 de septiembre, fueron condenados a prisión perpetua 14 de las 17 personas imputadas por crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción del V Cuerpo del Ejército.

El 15 de octubre, en Comodoro Rivadavia, fueron condenados a prisión perpetua Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como "coautores responsables del homicidio con alevosía" de 16 presos políticos y tres tentativas, en el juicio por la Masacre de Trelew.

Los jueces declararon en la sentencia condenatoria, con voto unánime, que fue un "crimen de lesa humanidad" el fusilamiento de 19 presos políticos perpetrado en la base Almirante Zar de Trelew el 22 de agosto de 1972, durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse.

En La Rioja, el 7 de diciembre, fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común los represores Luciano Benjamín Menéndez, quien suma una nueva condena; Luis Fernando Estrella y Domingo Benito Vera, por los asesinatos de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville, curas que trabajaban con el también asesinado ex obispo de La Rioja, Enrique Angelelli.

En el tramo final del año la justicia dictó sentencias en importantes causas, como por ejemplo la relacionada al Circuito Camps, luego de que el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata dictó el día 19 prisión perpetua a 16 represores, entre ellos al civil Jaime Smart, ex ministro de gobierno bonaerense durante la dictadura, y al ex director de Investigaciones de la Bonaerense, Miguel Etchecolatz, por delitos cometidos en 6 centros clandestinos de detención.

Smart se convirtió en el primer ministro civil condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

En tanto, el 21 de diciembre el ex agente de inteligencia militar Héctor Vergez fue condenado a 23 años de prisión por el secuestro y desaparición del responsable del inteligencia del Ejército Revolucionario del Pueblo, Javier Coccoz, el abogado Julio Gallego Soto y el entonces funcionario del Ministerio de Economía, Julio Casariego de Bell.

Ya en el tramo final de 2012, y para cerrar el año, el 27 de diciembre el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Rosario dará a conocer la sentencia en la causa que juzga a dos ex-altos jefes militares y un alto oficial de la policía federal por crímenes en San Nicolás.

El juicio oral juzga la denominada "masacre de la calle Juan B. Justo", la desaparición de seis militantes de la PJ-Montoneros, y el secuestro y tormentos a una persona que había alquilado una casa a una pareja de militantes que fueron desaparecidos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Argentina con el apoyo de todos los parlamentos del continente

06/12/2012 - Cumbre en México


ARGENTINA LOGRÓ EL APOYO DE LOS PARLAMENTARIOS DEL CONTINENTE


Participó de la XXV reunión de la COPA (Confederación Parlamentaria de las Américas) llevada en el Distrito Federal de México, aunado con la jura como Presidente de Enrique Peña Nieto

En la XXV reunión de la COPA (Confederación Parlamentaria de las Américas) llevada en el Distrito Federal de México, aunado con la jura como Presidente de Enrique Peña Nieto, la Argentina obtuvo el apoyo de todos los parlamentos del continente en dos temas importantes de la política exterior: un apoyo sólido en el reclamo de nuestro país en el tema de la Fragata Libertad, ilegítimamente detenida en Ghana y un repudio generalizado al plebiscito convocado en las Islas Malvinas.

La delegación argentina además, consiguió la Presidencia de la Comisión de Economía, Trabajo, Competitividad y Bloques Comerciales que quedó en manos del Legislador Tucumano Gregorio García Biagosch.

Desde el año 2008 la Argentina ha venido cosechando importantes logros en los foros de Diplomacia Parlamentaria merced al trabajo que Gabriel Monzón, Secretario Técnico de la COPA y operador kirchnerista en los foros de diplomacia parlamentaria, vienen llevando a cabo en forma ininterrumpida.

Monzón es, junto a Eduardo Zuain entre otros, quienes manejan el área internacional de Kolina (corriente que lidera Alicia Kirchner) y ha sabido cosechar entre otras cosas, el apoyo unánime de los parlamentarios del continente para que en el año 2010 Néstor Kirchner cumpliese con el doble rol de Secretario General de la UNASUR y diputado nacional.

En esta oportunidad, el encuentro de parlamentarios continentales además de su apoyo, han manifestado su respeto a la política económica argentina y por eso es que nuestro país obtiene la presidencia de esa comisión.

Fuente: agenciaamba