viernes, 19 de octubre de 2012

Presentación de "La compañera Evita"


Hoy, viernes 19 de octubre, se realizará en Hurlingham la presentación del libro con la valiosa presencia de su autor. Adhieren y festejan el evento muchas agrupaciones del campo Nacional y Popular, entre las que se encuentra KOLINA.
La siguiente reseña fué extraída de la página "El Ciudadano del GBA":

"El historiador Norberto Galasso presentará su nueva obra que repasa exhaustivamente la vida de la líder del justicialismo e indaga sobre aspectos menos explorados de su carrera política.

En “La compañera Evita” Galasso hace un recorrido por la vida de Eva desde su nacimiento hasta su muerte, rescatando siempre la vocación política y revolucionaria de la primera dama de Juan Domingo Perón, y destacando su nombre como una definición de “compromiso y militancia permanente, no de grandes palabras, pero sí como decía ella: “Cuando yo le doy algo a un pobre, en realidad no le estoy dando algo; le estoy devolviendo lo que le han quitado”.

El encuentro es organizado por el FRESOPE (Frente de Trabajadores por la Educación) y convocado por la agrupación Peronismo 26 de Julio el viernes 19 de octubre a las 18.00, en Avenida Roca 662, Hurlingham".



miércoles, 17 de octubre de 2012

17 de Octubre

Por Gabriel Monzón

Si existe una fecha que nos identifica a los peronistas es el 17 de octubre. Porque el 17 de octubre fue una muestra de la capacidad movilizadora del pueblo para rescatar a quien, injustamente, fue apresado por levantar las banderas de la dignidad obrera, del orgullo de los trabajadores, de la esperanza del trabajo.


Fue un 17 de octubre de 1945 cuando el pueblo humilde, el trabajador, aquel que Evita denominara como los descamisados, se movilizaron masivamente para exigir al gobierno la liberación del General Perón. Poniendo de manifiesto que la lealtad del pueblo hacia su líder y de éste hacia su pueblo era más que un temor de la oligarquía: era la constitución de una nueva fuerza que con fuerza imbatible cambiaría la vida política de la Argentina.

Y esta lealtad es la que nos distingue a los peronistas sobre todos los demás sectores de la vida política: un líder que fue leal con el pueblo, que rescató a los trabajadores del ostracismo a la que la oligarquía los sometía y que ese mismo pueblo, manifestándose organizadamente, se movilizó en su conjunto para la liberación. Y esa liberación del líder es mucho más que eso: es la liberación de la dependencia a los que estaba sometido todo el pueblo. Es la liberación del yugo del sometimiento. Porque el peronismo tiene como esencia romper las estructuras de su época. Porque el peronismo es revolucionario o, simplemente, no es peronismo.

El 17 de octubre entonces es mucho más que una efeméride en el calendario. El 17 de octubre es, sin lugar a dudas, la bisagra que tiene la historia de la Argentina. Pasamos de una patria con una sola voz, la de la oligarquía, a una patria plural, donde se alza cada vez con más fuerza, la voz del pueblo trabajador.

Y esto que comenzó un 17 de octubre de 1945, hoy, luego de 66 años, sigue vigente y con más fuerza. Desde el 2003 la Argentina recuperó un gobierno netamente peronista: la dignidad de los trabajadores fue nuevamente puesta como pilar fundamental de la recuperación de la Nación, y eso recomenzó el 25 de mayo de 2003 y sigue vigente hasta ahora. Porque no debemos olvidar que la lealtad, esa lealtad que fue expresada como nunca antes un 17 de octubre de 1945 es ratificada desde la Primera Magistratura del país todos los días. Recuperando los salarios de los trabajadores, generando más puestos de trabajo, permitiendo que miles de argentinos y argentinas puedan jubilarse, recuperando las decisiones soberanas de la Nación, proyectando un país a futuro con planes de inversiones y obras que consolidan lo actuado hasta ahora, recuperando los lazos solidarios, aquellos que ese 17 de octubre nos enseñaron. En definitiva, este 17 de octubre, como aquel, es el sustento de una patria justa, libre y soberana.

Porque el peronismo no se aprende ni se proclama. El peronismo se comprende y se siente.



martes, 16 de octubre de 2012

Animales Políticos (Obra Teatral)

Por Fabián Curotto

Hace alrededor de 10 años, a raiz de la intención de un director amigo de participar en un concurso teatral con una obra original, me puse a escribir una obra de teatro. Animales Políticos fue y es la obra en cuestión, y recuerdo el clima en que la compuse. Los ecos del 2001, del "que se vayan todos" aun estaban frecos, como fresco era el buen viento sureño que comenzaba a soplar con la recién comenzada presidencia de Néstor Kirchner.
Y la obra se estrenó, con actuaciones destacables y bajo la excelente dirección de Walter Guzman, mi amigo. Luego fue pasando de sala, reestrenandose con algunos cambios actorales, pero con el mismo resultado. El mérito era del conjunto, pero sobre todo de quienes la sostenian en las tablas, es decir, actores y director. Uno ya habia hecho lo suyo, los otros seguían haciendo.
Se tocaban en la obra varios temas laterales, algunos premonitorios (tema papeleras, por ejemplo) y otros mas centrales, relacionados con cosas que siempre nos planteamos respecto a la política, o mejor dicho, a los políticos. Las convicciones, la negociación y los acuerdos, las presiones, los resultados.
La idea de éste escrito no es destacar mi rol, es rescatar una obra que generó algunos debates interesantes y mucho reconocimiento al valioso trabajo de un elenco y de un director profundamente profesional. Y la idea es tambien compartir el escrito, ponerlo a juicio de quien se tome el tiempo de leerlo, aclarando que el teatro reducido a letras de molde sobre un papel suele ser bastante insulso por parcial, pues su naturaleza, su vitalidad, son asequibles en la interpretación junto a la escenografía y a todo lo que lleve a la integralidad del hecho, mas que en uno sólo de sus componentes. El texto, a mi entender, es un buen o un mal disparador de lo que se hará; una materia prima y no mucho mas que eso. Es la masa plástica, los artesanos vienen luego y son los que le otorgan el valor agregado que hace al facto teatral.
Agrego a continuación parte de una reseña de la página Alternativa Teatral, escrita para una de las presentaciones, y la ficha técnica:
"¿Puede un hombre honesto sobrevivir en política sin traicionar el mandato de sus seguidores? Es el interrogante que sobrevuela Animales políticos, drama teatral. El nerviosismo y el entusiasmo circundan la casa partidaria el día de la elección para diputado en un pago chico. Alfredo Rojas, un candidato honesto, sigue las alternativas eleccionarias, rodeado de colaboradores de perfiles diversos; el asesor profesional joven y dos parroquianos muy especiales: uno pendiente de la radio y otro, el dueño del local partidario de valores inquebrantables. Juntos intentan moderar su exaltación ante la evidente victoria del nuevo candidato, hasta que llega el contrincante Patricio Aguilera Gómez, viejo caudillo oligarca, que con sus mañas y artilugios va poniendo en claro que el poder no se pierde con una elección. Transar o no transar, esa es la cuestión. ¿Pueden acaso negociarse algunos principios en pos de otros logros?"


Ficha técnico artística
Autoría: Fabian Alberto Curotto
Actúan: Ricardo Cácase, Diego Horn, Guillermo López, Gerardo Merlo, Pablo Mingrino, Franco Salatino
Prensa: Alfredo Monserrat
Dirección: Walter Guzmán

Aquí la obra (con registro en Propiedad Intelectual y en Argentores)


                                         ANIMALES POLITICOS




CHOLO viene hablando desde afuera entra a escena, junto a JUANCHO y NELSON



CHOLO.- Pero más bien, esto ya lo venimos hablando desde hace como veinte elecciones (Ingresan). Siempre es lo mismo. Todo esta cocinado desde mucho antes. (Dirigiéndose a NELSON). Vos sos testigo. ¿Té acordás lo de Burgos, el que se tiraba a intendente con todo el aparato de capital apoyándolo? (Dirigiéndose a JUANCHO). Afiches, pasacalles, camioncito con musiquita, prendedores, vinchas, estampitas, de todo tenia Burgos. (Pausa). Pero el iluso no tuvo mejor idea que tirarse contra la papelera de los Aguilera Gómez ¡y chau carnaval !



JUANCHO. (se sienta y sigue escuchando)



CHOLO Decía que la papelera contaminaba; viste, ellos usan un ácido para blanquear el papel y lo tiran, así nomás, en el río.



NELSON se sienta.



JUANCHO.- Entonces, ese Burgos ¿perdió?



CHOLO mira a NELSON que sonríe.



CHOLO.- Pregunta que si perdió (carcajada). No, ni siquiera eso, ni perder pudo el pobre.



NELSON.- (mas calmo que CHOLO) Diez días antes de las elecciones los peces gordos hicieron correr la bola que BURGOS era drogadicto, corruptor de menores, homosexual y decían que tenían un video de Burgos besándose con otro tipo y no sé cuantas cosas más.



JUANCHO.- Todo mentira, supongo.



CHOLO.- Todo. Menos lo del video. (Pausa) –Sí. Burgos se la comía ¡Y qué?!...Pero una gotita de verdad en medio de tanta mentira alcanzó para aplastarlo ¡Paf! ... (acompaña la interjección con un golpe de sus palmas). Encima los guachos le mandaron a todo el periodismo y Burgos se quebró. ¡Lloró como una nena, en vivo y en directo!. (En otro tono de voz)- Y claro empezaron: que un tipo así no puede ocupar la intendencia. Que aparte de degenerado era un flojito y que bla, bla, bla. La cosa es que faltando ocho días para las elecciones se tuvo que bajar de la candidatura.



CHOLO se dirige a un costado a preparar mate.



JUANCHO.- Pero ¿la gente no veía que era una cama?



NELSON.- Ya no importaba. El tipo se había quebrado. A esa altura ni él mismo se hubiera votado.



En ese momento ingresa TITO, con un radio pegado a la oreja, abstracto de la situación. CHOLO, que se encuentra de espaldas a la entrada del lugar, se da vuelta al oír los pasos.



CHOLO.- ¡TITO, hermano!.... ¿Vos lo olés al mate, no? (Habla y mira a los que están sentados). Siempre cae cuando el mate esta preparado. Eso sí: de traer facturas ¡ni hablar!



TITO.- (Con cierto enojo) ¿Por qué no te dejas de boludeces y me dejas escuchar la radio tranquilo?. (Pausa) Además hoy, con las elecciones, no hay panaderías abiertas.



CHOLO.- (conciliador) eh, no te calentés (se le acerca y lo palmea, mientras le guiña un ojo al resto). Y (pausa) ¿cómo va el partido?



TITO.- ¿No sabés?...vos reíte. ¡Lindo quilombo va a armarse hoy!.



CHOLO vuelve al costado a ocuparse del mate.



NELSON.- La verdad no sé para que escuchás la radio. Siempre igual, en algunas escuelas un solo fiscal tenemos. ¿Qué hora es? (Mira el reloj), ¡Las ocho y media! Vamos a estar hasta las seis de la tarde con el estómago hecho un nudo al pedo. ¡ALFREDO no va a sacar votos ni para concejal y nosotros soñando con verlo diputado!. (Pausa) Somos unos giles. ¡Tipos derechos y sin mala leche como él no llegan ni por casualidad al congreso!. ,



CHOLO.- (Mientras le alcanza un mate a JUANCHO). Pero hay que intentarlo, quien te dice que por ahí, algún día, se les raja el murallón y se les cuela algún salmón en el estanque.



NELSON.- Entre tanta piraña duraría lo que un pedo en una canasta.



CHOLO.- Es cierto, no te lo voy a negar, pero sería un comienzo. (Se queda pensativo y apoya la mano sobre el hombro de JUANCHO) Sabés qué JUANCHITO; yo a ALFREDO, lo conocí jugando al fútbol. Él jugaba siempre para el otro equipo. ¡Un equipazo!... pero pegaban que daba miedo. Y un sábado vino y me dijo. –CHOLO, quiero jugar en tu equipo. –Yo le pregunté. ¿Con nosotros?. Si somos de madera.- y ¿sabés que me dijo?. (Mira hacia delante con la mirada perdida, disfrutando del recuerdo). “Es verdad, son de madera, pero de una madera noble... como el algarrobo”.



NELSON (no puede contener la risa). - ¡Ja! ¡Te trató de tronco y vos chocho de la vida!



CHOLO.- (Le saca de un arrebato el mate a JUANCHO)- NELSON, ¿vos sos o te haces?. ¡No entendés nada! A ALFREDO le importaba mas la nobleza y el juego limpio que el triunfo a cualquier precio.



NELSON. Ya entendí, ya entendí (CHOLO lo mira y, serio pero mas calmo, va a cebar el mate, NELSON mira a JUANCHO y le habla). Así es ALFREDO, prefiere una derrota limpia a un triunfo sucio. (Más confidente),: Yo jugaba para el otro equipo, ¡lo tenía de hijo al CHOLO!.



CHOLO. ¡Te escuché!.



NELSON ¡Que ¿Tenés algo que decir?!



CHOLO: (Serio) Sí.



NELSON. (Serio) ¿Qué?



CHOLO. (Relajado) El mate ¿dulce o amargo?



NELSON (Sonriendo) Como venga, mientras venga.



JUANCHO (Luego de observar un instante a TITO lo increpa) TITO, disculpe ¿y usted como lo conoció a ALFREDO?.



TITO separa apenas la radio de la oreja, amaga hablar, vacila y hace un gesto con la mano libre indicando que hace mucho que lo conoce y antes de volver a apoyarse la radio dice una sola palabra.



TITO. Años (vuelve a abstraerse del entorno),



JUANCHO se lo queda mirando, mientras CHOLO le da el mate a NELSON.



CHOLO. Viste JUANCHITO, a este tipo le das pie y no para. Si hasta tenemos pensado usarlo de vocero oficial. (Pausa). Aprendió a hablar leyendo telegramas él guacho, ¿no TITO?.



TITO sigue abstraído.



JUANCHO Ahora hay algo que no entiendo. Si todos saben de la honestidad de ALFREDO y al mismo tiempo conocen los tejes y manejes de todo el clan AGUILERA GOMEZ ¿Por qué cuando entran al cuarto oscuro vuelven a votar por PATRICIO AGUILERA GOMEZ?, ¿Son masoquistas o que carajo les pasa?.



CHOLO. Vos sos joven y nuevito en estos pagos ¿cuánto hace que llegaste a Villa Esperanza? ¿ Seis meses?.



JUANCHO. Ya está por hacer un año.



CHOLO. ¡Por eso!. Mirá, todo, pero todo lo que podes ver a tu alrededor pertenece directa o indirectamente a los AGUILERA GOMEZ. Imagínate, si ellos, abusadores y corruptos como son, se quedaran sin poder ¿qué harían? .-JUANCHO se lo queda mirando sin contestar. -CHOLO más enérgico – Decime carajo ¿Qué harían?



JUANCHO (vacila)No sé... Se irían a la mierda.



CHOLO. (Satisfecho) ¡Eso, eso! se irían ¡y vos contento! ¿no?.



JUANCHO. Obvio. Si son una lacra.



CHOLO. Pero si esa “lacra” se va, cierra la papelera. Y el yerno de TITO se queda sin laburo y otros seis mil tipos se quedan sin pan, sin techo y sin nada.



JUANCHO. (Enojado) Entonces porque no votamos por los AGUILERA GOMEZ y nos dejamos de joder.



CHOLO. Eso es exactamente lo que dicen los corderos cuando llegan al cuarto oscuro. ¿Viste como empezas a entender?.



NELSON. (Entregándole el mate a CHOLO). Se llama cuarto oscuro mas por las intenciones que se desatan allí dentro que por cualquier otra cosa.



Todos se quedan callados por un momento. CHOLO le alcanza un mate a TITO.



JUANCHO. ¿Entonces?.



CHOLO. Cada uno sabe que piel quiere llevar, sí la de lobo o la de cordero. (ALFREDO, entra en el comité en ese momento).



ALFREDO. Ni la una, ni la otra CHOLITO. Piel de humano hay que llevar sobre los huesos.



CHOLO. Eh! ALFREDO. Que sorpresa. (CHOLO le palmotea la espalda). El resto amaga levantarse pero ALFREDO los detiene.



ALFREDO. Quédense ahí nomás que tengo noticias que son para escucharlas bien sentado (apoya una mano sobre el hombro de TITO, que separa un poco la radio de la oreja). Lindo quilombo sé esta armando.



TITO. Vieron. Yo les dije.



ALFREDO. Sí. En todas las radios están comentando lo del auto.



CHOLO. (Mientras le saca el mate a TITO). Auto. ¿Qué auto?.



ALFREDO. Encontraron un auto con parte de la guita que el otro día robaron del centro de campaña de los AGUILERA GOMEZ. Todo lo que era dólares estaba asentado por número de serie en la denuncia del juzgado.



CHOLO. ¿Y que hay con eso?



ALFREDO. El auto en el que apareció la guita es de PATRICIO AGUILERA GOMEZ y hasta hace unas horas lo estuvo usando.



CHOLO. (Con placer) Hasta las manos.



ALFREDO. (Sonriendo) Que te parece. Pero, momento, no cantemos victoria. Así como el fiscal se porto como un amigo y dio a conocer la noticia, apenas lo supo yo supongo que ya debe haber algún cuervo asesorando a los a AGUILERA GOMEZ, para desviar el tema para otro lado.



CHOLO. (Sonriendo) ¿Quién? Ni mandrake los salva esta vez. Eso no hay forma de taparlo.



Suena el celular de ALFREDO, lo desengancha de su cintura y lo atiende, CHOLO va a cebarse un mate.



ALFREDO. Hola, si, él habla (pausa), si, si, no habría problema, pase por aquí si quiere, estoy en el comité. No hay problema, es gente de mi confianza. (Pausa), no sabia, era previsible pero no sabia. Bueno, cuando quiera lo espero. ALFREDO sonríe y vuelve a enganchar el celular en su cintura.



CHOLO. ¿Quién era? (Habla mientras le alcanza el mate).



ALFREDO. (No lo agarra). No, CHOLITO, paso. Era PATRICIO AGUILERA GOMEZ.



CHOLO iba a pasarle el mate a JUANCHO dejándolo con el brazo extendido. CHOLO se detiene y mira a ALFREDO.



CHOLO. (Titubeando) PA, ¿PATRICIO?, No entiendo ¿Y le dijiste que venga? Ese turro te va a dejar pegado. Discúlpame ALFREDO pero me parece que algo raro hay en todo esto. Mira que a ese tipo lo asesora gente jodida.



ALFREDO. Tranquilo CHOLITO, tranquilo. Esta mansito, mansito. ¿Sabes que? En cuanto se difundió un poco la noticia la intención de voto empezó a darse vuelta.



CHOLO. Entonces, si el diablo no mete la cola. ALFREDITO ROJAS diputado.



NELSON . CHOLO, el diablo siempre mete la cola.



CHOLO. (Se pone serio e increpa a NELSON). ¡Que tipo jodido que sos!



NELSON. Vos decís que soy jodido, yo digo que soy realista.



ALFREDO. (Dirigiéndose a CHOLO) ¿Sabes que? NELSON tiene razón, el diablo siempre mete la cola, pero lo bueno es que lo sabemos y por suerte el tiempo está de nuestro lado (CHOLO toma el mate y se queja de lo frío que esta, va hacia el costado para dejar el mate)



NELSON.ALFREDO. ¿No es riesgoso que venga AGUILERA GOMEZ? Como vos decís el tiempo esta de nuestro lado, me parecería oportuno estar mas lejos que nunca de este tipo.



ALFREDO. Como decía CHOLO, AGUILERA GOMEZ tiene cuervos que lo asesoran, que le tiran ideas retorcidas a cada momento. Mientras él este acá al único que va a poder escuchar es a mí. Mi táctica es distraerlo, seguir ganando tiempo.



NELSON. Entiendo pero algún periodista seguro que lo va a ver entrar y puede pensar cualquier cosa.



ALFREDO. Por eso en cuanto él llegue ustedes salgan a decir que vino a hablar de su virtual derrota y a disculparse por las barbaridades que dijo de nosotros durante la campaña.



JUANCHO. Es que seguro va a venir con la cola entre las piernas y obviamente con la intención de sacar algún provecho.



ALFREDO. Puede ser (ALFREDO reacciona) ah, no se olviden que hoy no se puede hacer campaña, así que con los periodistas sean cuidadosos. Den la idea de un AGUILERA GOMEZ derrotado, pero sin afirmaciones tajantes ¿se entiende?



CHOLO. Eso esta claro. Pero alguno tiene que quedarse con vos porque de esa larva puede esperarse cualquier cosa. (Pausa), a parte tengo unas ganas de forrarlo al guacho.



ALFREDO. Eh. Tranquilo CHOLITO. No hagamos leña del árbol caído. Además todavía no sabemos como termina la historia.

CHOLO. Bueno esta bien. Me quedo piola y cayetano... ¡ pero le voy a poner una cara de culo, que le va a doler el alma!



AGUILERA GOMEZ, ingresa al comité pero NELSON no se da cuenta.



NELSON. ¿Alma dijiste?. En las cuentas que debe tener en Suiza debe tener el alma ese gusano.



PATRICIO. (Impecablemente vestido y con un andar soberbio irrumpe) ¿De mi no estará hablando supongo?, Los gusanos se retuercen como los resentidos.



NELSON. (Se sorprende, con tono calmo se pone de pie) ¿A quien le dice resentido?.



PATRICIO. A nadie hombre. Vengo en son de paz.



CHOLO. (Irónico) y. otra no le queda.



ALFREDO. Bueno muchachos, tranquilos. Esperen un momento afuera que el doctor y yo tenemos varias cosas que conversar.



CHOLO. (Le habla a ALFREDO, en tono intimista). Yo me quedo. Te prometo no hacer quilombo.



ALFREDO. No CHOLITO. Yo los necesito afuera. Al doctor lo incomodaría pedirme disculpas delante de todos. (PATRICIO se incomoda por el comentario).



Van saliendo CHOLO es el ultimo en salir no sin antes mirarlo fijamente a PATRICIO.



PATRICIO. Si va a tratar de humillarme le pido que me avise, así me voy ya mismo.



ALFREDO. No. Pero durante la campaña dijo varias cosas jodidas. No le voy a mentir, me gustaría escuchar una disculpa.



PATRICIO. (Conciliador, le pone una mano en el hombro a ALFREDO). Nada personal. En campaña uno se entusiasma y puede ser que diga cosas de las que luego se arrepiente. Pero cosas de la política, nada personal.



ALFREDO. ¿Debo tomar esto como una disculpa?



PATRICIO. (Con el mismo tono). Bueno si en algún momento lo ofendí sepa disculparme. (PATRICIO se separa un poco y continua en un tono mas serio). Vamos a lo que me trae por acá. Bueno ¿cómo empezar?



ALFREDO. ¿Quiere sentarse?

PATRICIO. No le agradezco (Pausa) volviendo, mi situación esta complicada. Yo se como explicar lo del auto y un par de coincidencias que se están dando, pero soy consciente que me va a llevar un tiempo presentar las pruebas que me dejen tan limpio como antes.



ALFREDO. (Sonriendo) ¿Tan limpio como antes?, ¿Cuándo estuvo limpio?



PATRICIO. (Molesto) evidentemente me equivoque al venir. Mi intención era conversar, pero así no se puede.



ALFREDO. (Más serio) El tema es que yo lo invité a conversar y a debatir durante toda la campaña y nunca me dio la oportunidad de hacerlo y hoy, que la tortilla se da vuelta, viene con la mejor predisposición... le voy a decir lo que veo. Recién ahora que aparentemente algo de poder político comienza a rondar mi nombre usted se interesa en escuchar mis ideas.



PATRICIO. (Riendo) ¿escuchar sus ideas?. (Habla con énfasis) No se confunda mi amigo.



PATRICIO es interrumpido por CHOLO que entra apurado y nervioso.



CHOLO. ALFREDO salí pronto, tenes que hablar ya en directo con una radio de capital. ¡Te dije! Estaban de hace rato con su camionetita dando vueltas, y cuando lo vieron entrar a éste empezaron a hablar boludeces. Que un posible pacto, que no sé que alianza. ¡Andá! NELSON los está frenando, pero viste como son de amarillistas, habla vos, aclará todo. Despégate. ¡Pero andá ya mismo!



ALFREDO. Cálmate CHOLO, esta bien, voy (se dirige a PATRICIO). Disculpe, ya regreso (vuelve a mirar a CHOLO). Y vos no hagas quilombo, ¿estamos?



CHOLO. Estamos. ¡Pero andá de una buena vez!



ALFREDO sale, CHOLO y PATRICIO se quedan de pie, sin mirarse, ni dirigirse la palabra. PATRICIO se acomoda el saco y la corbata, consulta su reloj; CHOLO busca algo en sus bolsillos, mira a su alrededor, ambos están incómodos. Después de unos segundos CHOLO se queda quieto y comienza a mirar fijamente a PATRICIO que por algunos segundos mas continúa alternando el acomodarse la ropa con el consultar su reloj hasta que nota que CHOLO lo está mirando.



CHOLO. Sinceramente ¿A que vino?



PATRICIO. A hablar con ALFREDO ROJAS. ¿Le queda claro?



CHOLO. Ya se que no vino a conversar conmigo, pero da la casualidad, que este local es mío, quiero que me explique sus intenciones.



PATRICIO. Bueno, no hay problema. Vine para sumar.(CHOLO se lo queda mirando esperando que continúe, y comienza a caminar por el lugar)- A sumar hombres. Proyectos, cosas que beneficien a la gente de esta ciudad. Si unimos proyectos.(CHOLO interrumpe)



CHOLO. Usted hablando de beneficiar a la gente.



PATRICIO. Momento. Cuando mi familia comenzó a afincarse por estos pagos, Villa Esperanza no era ni pueblo, ni ciudad, ni nada que pueda figurar en un mapa. Con los años los AGUILERA GOMEZ hicimos que Villa Esperanza crezca, que llegue a ser tenida en cuenta, primero a nivel provincial, y desde hace varios años, a nivel nacional. Usted reconocerá que eso es beneficiar a la gente ¿O no?.



CHOLO. Desde que usted y parte de su familia comenzaron a ocupar cargos en el congreso, nos conocen mas por los oscuros manejos y los turbios negociados que ustedes hacen que por cualquier otra cosa.



PATRICIO. Ya que le gusta tanto hablar le voy a proponer algo. Mi familia, gracias a nuestra papelera, le da algo que comer a mas de dos mil familias. Con el trabajo que nosotros le damos pagan los impuestos que permiten llevar adelante obras que de otro modo serian impensables. Vuelo al punto, ya que tanto le gusta hablar, usted, personalmente ¿Qué haría por Villa Esperanza? ¿Qué futuro le daría?.



CHOLO. ¿Yo? Yo, salvo trabajar, en lo mío, ninguno. Pero ALFREDO sí tiene un futuro distinto para este lugar. Con él en el congreso llegarían sin duda algunas inversiones de todo tipo, porque las negociaciones serian transparentes y las reglas de juego claras. Con el en el congreso, el intendente de Villa Esperanza, sea del color político que sea, vería que esas inversiones de las que hablo lo fortalecerían también a el y se vería obligado a trabajar en sintonía con ALFREDO y del único modo en que ALFREDO trabaja, de cara a la gente.



PATRICIO. ¿Así de fácil?



CHOLO. ¿Quién dijo que seria fácil?, Yo lo que digo es que es posible. Con buena gente todo es posible. Además, yo recién vengo de afuera y no lo digo para que se deprima, (en tono de burla), pero como se están dando los acontecimientos ésta elección lo esta poniendo a ALFREDO en el congreso y a usted afuera de la política.





PATRICIO. ¿Le parece? Yo nunca voy a quedar afuera. Mientras quiera voy a seguir siendo tan protagonista como antes.



CHOLO. ¿Usted esta bien de la cabeza? ¿No se da cuenta que con lo del auto en cualquier momento termina esposado y en un calabozo?.



PATRICIO. Usted disfrutaría eso ¿No?



CHOLO. Le soy franco, pocas cosas disfrutaría tanto como eso. No por venganza sino por sentir que se hizo justicia. Antes que termine este bendito día voy a estar gritando con toda mi voz lo que siempre soñé. Seria algo así mire. (CHOLO se prepara, saca pecho) ALFREDO ROJAS en el congreso PATRICIO AGUILERA GOMEZ, preso.



PATRICIO. (Riendo): Menos mal que no se dedico a la poesía, sino el que terminaba preso era usted. (Para de reír y se le acerca a CHOLO). Mire le pido que me escuche bien. Esa frasecita suya se la puede ir guardando donde más le guste. Sepa una cosa, estas elecciones yo no las pierdo. ¿Me escucho bien? Grábeselo, yo no las pierdo.



Ingresa NELSON.



CHOLO. ¿Y NELSON?, ¿Cómo esta todo afuera?



NELSON. Todo bien CHOLITO, ALFREDO es un capo. Los periodistas intentaban chicanearlo pero ALFREDO se puso a hablar de proyectos, de cosas concretas. En segundos les saco las ganas de preguntar gansadas (mas intimista) ¿Este todavía sigue acá?



PATRICIO. Si señor, sigo aquí. (Hace una pausa y continua de un modo mas suelto). A ver ¿A todos les molesto? ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué tanto odio?



NELSON. No es odio. Tenemos diferencias básicas inconciliables.



PATRICIO. ¿Cómo cuales?. Hay muchos prejuicios respecto a mi familia, y a mi persona que no tienen sustento alguno.



NELSON. Pero aquí hay una diferencia abismal y es que usted miente.



PATRICIO. (Lo mira de reojo). Que miento.



NELSON. Sí hombre. Que miente.



PATRICIO. ¿Podemos tomar asiento?. Me encantaría hablar con ustedes de la mentira.



NELSON. Es que usted puede dar cátedra al respecto.



PATRICIO. (Con una calma aparente)¿Nos sentamos?



NELSON. O.K nos sentamos.



PATRICIO. Yo podría haberme hecho el ofendido por el hecho de que me trataran de mentiroso. Pero no, elijo contarle la verdad de la mentira.



NELSON. ¿La verdad de la mentira? ¿No le suena paradójico?



PATRICIO. Si es paradójico. Tan paradójico como el hombre y el mundo que nos rodea. Le voy a hablar de la mentira como herramienta transformadora, como generadora de verdades tangibles.



CHOLO. (Apresurado)- Ha yo me voy a la mierda afuera. Ya escuche mucha pavada junta.



PATRICIO. Hay verdades tan pesadas que no cualquiera las soporta.



NELSON. Lo escucho, quiero ver hasta donde llega.



PATRICIO. La mentira muchas veces es una herramienta, un medio para llegar a la realización de algo, vale decir a que algo se haga realidad.



NELSON. ¿Por ejemplo?



PATRICIO. Le voy a dar uno muy concreto. ¿Recuerda hace unos cinco años, mi invitación a cultivar soja en las afueras de nuestra ciudad?. Dije ante todos que era una inversión segura, que nuestras tierras eran las mejores y contábamos con el consejo de expertos, Estadounidenses versados en el tema.



NELSON. Si, recuerdo. Se genero una controversia acerca de sí esos expertos no eran enviados por los estados unidos para monopolizar la producción de soja a nivel mundial.



PATRICIO. Divertidísimo.(Sonríe). Mientras todos debatían que rol jugarían los expertos yanquis, las inversiones comenzaron a llegar. Mas de un productor de otra región se me acerco y me dijo ¿Si los yanquis están metidos quiere decir que la ganancia esta asegurada? (Sonríe).-Los yanquis ni enterados estaban.



NELSON. ¿Pero si hasta lo llamaron de una radio a no sé dónde?



PATRICIO. (Risas) Masachuset.



NELSON. Sí. Eso, mancha... manchasu... man... ¡Bueno, ahí!



PATRICIO. De una radio local me jodieron tanto con que querían hablar con alguno de los expertos que les dije que estaba bien, que llamaran al Soja International Center y les di el numero del ingeniero Elmer Warner, que él podía contestar a todas sus preguntas.



NELSON. ¿Y lo llamaron?.



PATRICIO. Y claro. Despejo todas las dudas, a partir de allí todos se convencieron que la soja era lo mejor que podía pasarnos. Llegaron mas inversiones, y la cosecha fue un éxito.



NELSON. Bueno. Salió bien parado.



PATRICIO. ¿Se da cuenta?, El tal ingeniero Warner era un amigo mío que en ese entonces estaba en Estados Unidos como empleado en una inmobiliaria. Yo le dije Miguelito, si te llaman preguntando por el ingeniero Elmer Warner deci tal y tal cosa. (Canchero) Una fiera Miguelito.



NELSON. Entonces. ¿El ingeniero Warner no existía?



PATRICIO. Elmer Warner era un guitarrista de jazz de la década del 40. Le digo mas, tampoco teníamos la certeza que las tierras fueran las mejores. Sabíamos que eran buenas, nada más.



NELSON. Todo era mentira.



PATRICIO. Menos el resultado. El resultado fue real, palpable, contante y sonante. Dele usted al pueblo más miserable la certeza, la fe de que será un pueblo grande y lo será.



NELSON. Fue una jugada riesgosa la suya.



PATRICIO. Disfruto el riesgo me hace sentir vivo. ¿Ve que no soy un ogro?. Créame, a mi modo soy un hombre de bien.



NESLON. No exagere. Tampoco es un ejemplo a seguir, es mas, con este incidente del auto quedo pegadísimo.



PATRICIO. Hablemos de ser honestos. Señor, todos somos delincuentes.



NELSON. A mi no me meta en la bolsa.



PATRICIO. (Un poco cómplice) ¿Nunca evito pedir factura en el negocio de un amigo? ¿Nunca pago una coima porque le faltaba algún papel o porque no había pagado algún impuesto?.



NELSON. Eso es otra cosa, eso es (PATRICIO interrumpe)



PATRICIO. ¡Es lo mismo!. El que es ladrón, es ladrón y cada uno a su manera roba algo y cuando le sale bien lo disfruta muchísimo.



NELSON. No es lo mismo el que roba por necesidad que (interrumpe PATRICIO, y se pone de pie)

PATRICIO. ¡Todos roban por necesidad!, Algunos por necesidad de comida, otros por necesidad de poder y otros por la necesidad de saber que se experimenta al hacerlo.



NELSON. ¡Así que todos somos ladrones!



PATRICIO. ¡Todos del primero al ultimo, como dijo un lucido Uruguayo!. Y no me venga con eso que no es lo mismo un ladrón de gallinas que un ladrón de bancos ¡el ladrón de gallinas no roba bancos porque no le da la cabeza o porque no tiene las pelotas para hacerlo!.



NELSON. Extraña lectura la que usted hace.



PATRICIO. Es mas, mas daño causa el ladrón de gallinas porque afecta a alguien en particular, la víctima del robo se ve directamente afectada, en cambio si roban un banco en el que yo tengo un plazo fijo no me veo afectado, porque la entidad, de un modo u otro, asegura mis depósitos.



NELSON. Igual siempre el que queda preso es el ladrón de gallinas.



PATRICIO. Es que así esta armado el sistema. Todos roban, a algunos los pescan y a otros no. De los que caen algunos cuentan con la infraestructura jurídica como para despegarse del tema y otros no. Por eso el que queda pegado es siempre el raterito y no el gran evasor.



NELSON. (Se pone de pie) en conclusión, todo el mundo roba y los emprendimientos que tienen éxito son los que utilizan a la mentira como herramienta. ¡Me resisto a creer eso!



PATRICIO. No se resista mucho mi amigo, porque, le guste o no, es lo que hay desde que el mundo es mundo. (Entra TITO, y se queda de pie cerca de la puerta, PATRICIO lo mira) ¿No sabe cuando se dignara a entrar el señor Rojas?.



TITO levanta los hombros y pone cara de no saber.



NELSON. (Dirigiéndose a PATRICIO) Ahora, eso de conseguir resultados positivos a partir de algo negativo como es la mentira me dejó. ¿Cómo decirlo? Perplejo.



PATRICIO. No veo porque. ¿A usted le gusta leer?.



NELSON. Si, algo he leído (pone cara de no entender la pregunta)



PATRICIO. ¿Leyó el Martín Fierro?



NELSON. (Se entusiasma) ¡Mas de una vez! ¡Y lo disfrute muchísimo!, Me gusta esa parte que dice: (se prepara para recitar pero en seco es cortado por PATRICIO).



PATRICIO. ¿No se sintió más sabio al terminar de leer la historia de ese gaucho?



NELSON. (Incomodo por la interrupción) ¡Sí, por supuesto! (Se calma), me sentí (pausa) enriquecido.



PATRICIO. Eso logra el arte. Nos mejora. Y el arte es, justamente un artificio, un simulacro, no es el reflejo fiel de la realidad. Vale decir, el arte es un engaño que sirve como detonante de cosas positivas, de reflexiones que nos hacen mejores, que nos ayudan a conocer y a conocernos.



TITO. (En voz muy alta sin mirar ni a NELSON ni a PATRICIO).-¡Los hermanos sean unidos, aquí me pongo a cantar porque esa es la ley primera al compás de la vihuela!.



PATRICIO se sobresalta cuando comienza el recitado.



NELSON. Bien TITO, medio mezclado pero bien.



TITO. (Igual que antes) ¡Me fui, como quien se desangra!.



PATRICIO. (Riendo). ¡Nada que ver! Eso es de Don segundo sombra.



TITO. (Busca con la mirada a NELSON, mientras señala con la mano libre a PATRICIO) -¿Y este?.



NELSON. Y tiene razón, la pifiaste TITO.



TITO. (Queda unos segundos titubeando como queriendo empezar a explicar algo pero al ver que no encuentra las palabras dice)-¡Váyanse a la mierda!.



En ese instante entra ALFREDO, seguido por CHOLO y JUANCHO.



ALFREDO. ¡Eh! ¿Qué pasa que TITO anda a las puteadas?



NELSON. (Sonriendo) Un desacuerdo literario.



CHOLO. ¿con TITO?



NELSON. ¡Sí señor!. Hasta recito el MARTIN FIERRO.



ALFREDO. ¿Completo?



NELSON. (Guiñando un ojo) No pero casi, casi.

PATRICIO. (Dirigiéndose a ALFREDO). Ya estaba por retirarme.



ALFREDO. Como guste. No faltara oportunidad para que conversemos.



PATRICIO queda molesto con la respuesta.



NELSON. ¿Y ALFREDO, como van las cosas, la boca de urna, las tendencias, esas cuestiones?.



ALFREDO. (Sonriendo) ¡Va todo bien!, Si las cosas siguen así (PATRICIO lo interrumpe enérgicamente).



PATRICIO. ¡Va todo mal!.(Todos se quedan paralizados y en silencio por la reacción de PATRICIO.)- Usted ROJAS esta jugando con fuego y parece no darse cuenta.



CHOLO. ¡Usted no es nadie, para venir a gritarnos! ¿Estamos?.



PATRICIO. ¿Qué yo no soy nadie?. Mire. Si alguno es alguien aquí dentro, ese soy yo. (CHOLO va a interrumpirlo pero PATRICIO lo detiene)- Disculpen mi reacción pero veo tal ceguera, lo que digo no es con soberbia. ,¡ Les estoy queriendo tirar un salvavidas y no se dan por enterados!.



ALFREDO. Cálmate CHOLITO, deja que el señor nos explique. El esta con un quilombo bárbaro, y de solidario que es, nos viene a dar una mano!



PATRICIO. Es que usted tiene un problema mucho mas grande que el mío. Usted esta por ser electo y no tiene forma de sobrevivir a esa circunstancia. Tiene carisma, buena imagen publica, el crédito de la población pero le falta lo único que puede aportarle algo de poder real.



ALFREDO. No se haga el misterioso y diga que es, a su criterio, lo que me falta.



PATRICIO. ¡Lo que a mí me sobra!. ¡Contactos! ¿Comprende?. Contactos, nexos, conocidos, conexiones. Todo lo que forma la gran tela de araña del poder.



CHOLO. ALFREDO, mejor nos vamos afuera, porque escuchar a este tipo, al menos a mí, me trae dolor de estomago.



ALFREDO. (Dirigiéndose a su gente) Estaría bueno que atiendan a los medios y que averigüen como siguen las cosas. Vos NELSON trata de llamar a mi familia y fíjate si necesitan algo.



NELSON. Listo.



CHOLO. (Despectivamente) Bueno ALFREDO. Seguí escuchando al doctor. ¡Tenes una paciencia que yo no tengo!.



Todos salen mientras ALFREDO le señala una silla a PATRICIO indicándole que se siente.



ALFREDO. Eso de la telaraña del poder, me suena mal. La telaraña es un lugar diseñado para los insectos. Además da la idea de víctimas y victimarios.



PATRICIO. ¿Y donde esta lo que suena mal?. Como dice un catalán. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.



ALFREDO. (Se queda reflexionando un instante) Ahora, hay que reconocerlo ¡Qué diseño tienen las telarañas!.



PATRICIO. ¡Envidiable! (Mas pausado)Ella, la araña, esta en el medio. Se apoya un bichito mas arriba, ella lo sabe. Se apoya uno mas abajo, también se entera. La tela es como una extensión de sí misma, de su conciencia. Eso son los informante, los contactos, los que nos hacen saber si algún insecto se metió en nuestro terreno.



ALFREDO. Y ahí va usted, digo, la araña y lo deja seco, seco al pobre bicho.



PATRICIO. (Riendo) Puede ser, ¡La araña termina sacando provecho, de quien se metió donde no debían! (Suena el celular de PATRICIO).-Disculpe (atiende el llamado) Hola, doctor PACHECO, un gusto escucharlo. Si, dígame, (Pausa), genial, sí, sí, perfecto. (Pausa) ¡un campeón!, Gracias nos mantenemos en contacto.(PATRICIO guarda el teléfono exultante).



ALFREDO. Se lo nota contento.



PATRICIO . Lo del auto ya está arreglado; es historia.



ALFREDO. ¿Arreglado?



PATRICIO. Sí. Arreglado. Un fulano confesó que él armo todo, que quiso involucrarme, que estaba resentido por no sé que cosa.



ALFREDO. (Pensativo) Arreglando. (Se inclina un poco mas hacia PATRICIO).¿Y a mí también vino a arreglarme?.



PATRICIO. Se puede decir que voy a sugerir algún arreglo. En definitiva para eso estamos los funcionarios, para arreglar las cosas ¿no es así?.



ALFREDO. Vayamos al punto. Sabe que a mi no puede comprarme (PATRICIO lo interrumpe).



PATRICIO. El que va a comprar va a ser usted. Yo no estoy acá para comprar a nadie.



ALFREDO. (Irónico)¿Y que es lo que tiene para venderme?.



PATRICIO. Dejemos esos términos comerciales de lado. Le vengo a dar, no a vender.



ALFREDO. (Aun irónico) ¿Y que regala?.



PATRICIO. No, no es venta. Pero tampoco es regalo. A ver (busca las palabras), trueque, canje, permuta. Esas serian palabras más apropiadas para el caso.



ALFREDO. Creo que conmigo pierde el tiempo, pero, está bien. Dígame que es lo que me ofrece.



PATRICIO. Ya le dije, contactos. Y eso no es todo. Algo sin lo que un político estaría condenado al fracaso total.



ALFREDO. ¿Qué cosa?



PATRICIO. Lo más importante para que cualquier perejil no lo saque del camino en la primera curva.



ALFREDO. (Lo interrumpe)- Que. ¿Honestidad? ¿Perseverancia? ¿Sacrificio?.



PATRICIO. (Se enoja) ¡No sea ingenuo, quiere!. ¡Impunidad hombre! ¿O no acaba de verlo?. La impunidad es lo más necesario.(ALFRDO va a interrumpirlo, pero PATRICIO continua) Si quiere suavizar él termino llámela impunidad. Es mas llámela como se le ocurra. Pero sepa que sin impunidad queda pegado en cualquier quilombo, real o inventado, pero queda pegado.



ALFREDO. Supongamos que su paranoia tenga fundamento. ¿Qué quiere a cambio?.



PATRICIO. Podría decirlo con mil palabras, pero le voy a decir corto y claro. ¡¡Que no me rompa las pelotas!!. Ni a mí, ni a mi gente.



ALFREDO. (Sonríe) ¿cómo?. A ver explíqueme.



PATRICIO. Durante años usted viene diciendo que, cuando llegara al congreso, iba a destapar varias ollas.



ALFREDO. Exacto, eso no lo negocio.



PATRICIO. (Pausa) Usted no entiende. ¿Cómo se lo explico?, Usted no esta en condición de rechazar mi oferta. Es decir, acepta o se extingue.



ALFREDO. ¿Esta amenazándome?



PATRICIO. No dije que apareciera muerto, ni nada parecido pero pasaría a estar políticamente muerto. Escuche, no le pido nada del otro mundo. No se mete con mis negocios, no interfiere con las cuestiones de mi gente, y no solo que no lo molestaríamos ¡Hasta lo ayudaríamos a realizar sus proyectos!



ALFREDO. Hoy las urnas me van a dar todo lo que necesito. No creo necesitar nada suyo.



PATRICIO. (Saca su celular y marca un numero) Hola habla PATRICIO, activa el asunto. (Corta y guarda el celular).



ALFREDO. Ya me robo demasiado tiempo.(Se pone de pie) lo invito a salir.



PATRICIO. (Se sienta aun más cómodo) En dos minutos me voy pero le aconsejo que no salga en este momento. Puede ser que las cosas no estén tan tranquilas afuera.



ALFREDO. ¿A que se refiere?



PATRICIO. Con ese amigo suyo, creo que se llama NELSON, tuvimos una linda charla. Hablamos de la mentira como herramienta persuasiva.



ALFREDO. No entiendo.



PATRICIO. Eso esta clarísimo. Usted nunca entiende. A veces para alcanzar un fin elevado hay que resignar algunas cuestiones, por ejemplo, la verdad. Es una carga demasiado pesada como para acarrearla integra durante mucho tiempo.



ALFREDO. Yo estoy dispuesto a cargar con esa mochila.



PATRICIO. Esta bien, con la verdad se llega a todos lados. Pero mucho mas tarde que el resto. Cuando usted llega la fiesta ya termino, ni las migas quedaron.



ALFREDO. La mentira seria un atajo para llegar más rápido al mismo lugar.



PATRICIO. ¡Y yo que pensé que nunca entendería! Y no solo que llega al lugar que se propone sino que llega mucho antes que el resto.



ALFREDO. Usted es de los que piensa que el fin justifica los medios ¿no?



PATRICIO. ¡Totalmente! Y si usted no se sintoniza con esa idea esta frito.



CHOLO interrumpe bruscamente.



CHOLO. ¡ALFREDO!, No sé que pasa, pero un periodista recibió un llamado y...! (Pausa) ¡No sé que mierda pasa!.



ALFREDO. Pero ¿qué pasa?



CHOLO. ¡Te digo que no sé!. Pero que no es algo bueno seguro.



PATRICIO. (Sonriendo se dirige a CHOLO) Y, si no sabe que es lo que pasa ¿Por qué se alarma tanto?.



CHOLO. (Furioso, poniendo su cara cerca de la de PATRICIO) ¡Usted, sí usted! ¡Esta atrás de todo esto ¿no?



PATRICIO. (Relajado pero indignado, abanica su cara con la mano) Señor ROJAS, dígale a este hombre que se tranquilice.



ALFREDO. (Tomando del brazo a CHOLO lo aleja de PATRICIO) CHOLO cálmate. Primero averigua bien que es lo que pasa y después decile a JUANCHO que (NELSON interrumpe a ALFREDO).



NELSON. (Dirigiéndose a ALFREDO) ¡Che, los periodistas están diciendo boludeces y no se como pararlos.



ALFREDO. Pero ¿Qué dicen?.



NELSON. Hay un tipo que se hizo cargo del robo de la guita esa del centro de campaña. El tema es que ese tipo dice vos que vos estabas al tanto del robo y que (pausa) ¿cómo decirlo? ¡Que vos estabas prendido con él!. Para terminar de hundir a PATRICIO AGUILERA GOMEZ, además de repartirse la guita.



ALFREDO. ¿Pero ese tipo de donde salió?. Ni siquiera sé quien es.



PATRICIO. (Cómo con duda) ¿Esta seguro que no sabe quien es?.



ALFREDO. (Alterado) Usted esta detrás de todo esto, de eso no tengo duda.



PATRICIO. Que feo, justo cuando la elección se inclina a su favor aparece su cuñado involucrándolo en un tema tan complicado.



ALFREDO. ¿Cómo?



PATRICIO. Averigüe, mueva los hilos de su penosa tela de araña y descubrirá que no le miento.



Entra TITO con la radio pegada a la oreja.



ALFREDO. ¡TITO! ¿Qué dicen por la radio?



TITO. Yo te dije hace como cinco años, ese tipo no me gustaba ni un poco.



ALFREDO. ¿Quién TITO?



TITO. (Enojado) ¿Y quien mierda va a ser? ALFONZO, el hermano de tu señora. ¡Viste! Te termino mandando al frente. (Ahora en tono cómplice) ¡lastima que te salió para el orto!, Pero ¡eso de afanarle la guita a PATRICIO!, La verdad, este tipo se lo merecía.



ALFREDO. (Furioso lo toma de la ropa) ¡Pero que decís! ¿Vos me crees capaz de eso?.



NELSON. ¡ALFREDO, CÁLMATE!, solta al pobre TITO que el no tiene la culpa. (ALFREDO lo suelta) TITO esta dando la versión que le llega.



ALFREDO. Pero ¿cómo alguien puede creer semejante basura? (Hace una pausa y camina hacia PATRICIO)¡Con ese llamadito de mierda usted armó este quilombo! ¿No es así?



PATRICIO. ¿Vio que sencillo me resulto?, Comprar a su cuñado fue fácil y barato.



ALFREDO. (Alterado) Le pido que me dé una razón para que no lo saque a patadas en el culo, adelante de todo el periodismo.



PATRICIO. Políticamente esa reacción suya me serviría de mucho. Pero, esta bien. Le doy una razón. Si usted quiere paro todo ya mismo.



ALFREDO. ¡Hágalo ya! Pare todo ahora mismo.



PATRICIO. (Con aire relajado) Con la condición que luego me preste un poco mas de atención.



CHOLO. ¿Y usted quien carajo se cree que es para andar poniendo condiciones?.



ALFREDO. (Dirigiéndose a PATRICIO) Usted es un hijo de puta ¡Pare esto de una buena vez!.



PATRICIO. (Aun relajado) No trate así a su futuro socio.



CHOLO. ¿Socio?, No se da cuenta que ALFREDO nunca se asociaría con un gusano de su especie.



PATRICIO. ¿Quiere apostar?, En la política todos somos socios y el que no acepta los códigos de esa sociedad no existe ¿me explico?.



ALFREDO. Haga lo que tenga que hacer y después hablamos, pero, por favor, ya fue demasiado.



CHOLO. (Enojado con ALFREDO) ¡Qué carajo té pasa! ¿A este gusano le pedís por favor?.



ALFREDO le apoya la mano a CHOLO en el hombro y en voz baja le pide que se calme mientras PATRICIO saca el celular y llama al mismo numero de antes.



PATRICIO. De nuevo PATRICIO, ya esta descomprimí la situación (Pausa). Eso despeguen un poco a ROJAS del asunto. Creo que va todo bien. Nos hablamos. (Guarda el celular y se dirige a ALFREDO). ¿Vio mi amigo? Así son las cosas, uno hace y deshace casi sin despeinarse. (PATRICIO, mira a su alrededor y agrega). Demasiado público. Siéntese ROJAS así charlamos. Y usted NELSON, me cayo bien, quédese también si gusta.



NELSON lo mira a ALFREDO.



ALFREDO. Sentate NELSON, quédate, así no pensas cosas raras. (Se dirige a CHOLO) vos y TITO salgan y vean si cambiaron las cosas. Y quédense tranquilos que nuestra dignidad no va ser negociada. (TITO y CHOLO, salen, ALFREDO se sienta).- Bien consiguió mi atención. Lo escucho.



PATRICIO. ¿Vio que rápido y que fácil se arma un quilombo? Y esto fue una muestra gratis nada más.



ALFREDO. Al punto. Usted habla de negociar.



PATRICIO. Exacto. Por distintas circunstancias esta elección se me fue complicando así que la propuesta es la siguiente. Mi gente y yo le aseguramos el triunfo en la elección, le facilitamos su periodo en el congreso, lo dejamos crecer políticamente con la única condición que se deje de joder con eso de las denuncias, las acusaciones y los pedidos de juicio político ¿queda claro?.



NELSON. El problema es que usted no tiene forma de garantizar el resultado de la elección porque la que elige es la gente.



PATRICIO. Esta equivocado mi amigo. La gente vota, no elige. Mire esta simpática comparación. La democracia es un gran gallinero, cada urna es una gallinita a la que la gente le da de comer. Un voto, un maíz. La gente fortalece al sistema, lo alimenta. Pero ¿quién cuenta los huevos? ¿La gente? ¡No!, Hay un aparato para contarlos. Un aparato político. Y si el aparato dice hay tres huevos colorados y cinco blancos no hay forma de discutirlo, ganaron los blancos.



NELSON. Esta fábula de los huevos me revuelve el estomago.



PATRICIO. (Riendo) ¡huevos revueltos! (Mas serio) se los cuento así porque así es la cosa. El aparato cuenta huevos son los fiscales y los fiscales tienen intereses políticos y personales, como cualquier hijo de vecino. Debo reconocer que a veces la cosa se complica, aparece algún ALFREDO ROJAS en alguna mesa y no queda otra que cambiar la urna o dejar que se impugne la mesa. (pausa) pero eso pasa cada tanto.



ALFREDO. Entonces, por hoy, me prestaría el aparato, digamos.



PATRICIO. Así de clara es la cuestión. Y, lamentablemente, al que no le guste que vaya a hacer política a la luna.



ALFREDO. Yo nunca transe. Además durante mi campaña prometí (PATRICIO lo interrumpe).



PATRICIO. ROJAS. No sea terco. Usted ya vio que pasa si no se flexibiliza un poco. Además no le pido nada del otro mundo. Ni comisiones, ni alianzas explícitas. Solamente eso, que no ande molestando con boludeces.



NELSON. (Dirigiéndose a ALFREDO) Yo sé que esto no te gusta pero, yo que sé, si llegas al congreso podes empezar a cambiar algunas cosas.



PATRICIO. ¡Eso! Proyectos de ley, mejoras en el sistema impositivo. Usted mas de una vez hablo de mejorar esas cosas.



ALFREDO. (Dirigiéndose a NELSON) Siento que le estoy vendiendo el alma al diablo.



PATRICIO. ¡Déjese de embromar quiere! ¡Míreme! ¿Le parezco el diablo? ¡Ni cuernos tengo! (Sonriendo) bah, eso es lo que dice mi esposa. ¡Vamos hombre, no sea melodramático!.



ALFREDO. Usted hace que todo parezca sencillo. No sé ¡encima quiso ensuciarme!. Realmente no sé porque lo escucho.



PATRICIO. Como le dije, no hay muchas opciones, y para demostrarle que tengo la mejor predisposición dentro de un par de semanas su cuñado también quedara totalmente despegado del asunto del auto, los dólares y todo eso.



ALFREDO. Todavía no entiendo como mi cuñado se presto a esa mentira.



PATRICIO. ¿Sabe como?. El siempre soñó con un terrenito en las afueras de la ciudad. Bueno, ya tiene el terrenito y mi promesa de impunidad.



Ingresa CHOLO.



CHOLO. Che ALFREDO. Discúlpame. Quería decirte que no pasa nada. Esas versiones de tu participación en el robo eran falsas, ya fueron desmentidas.



NELSON. Y la gente, ¿qué opina?.



CHOLO. Nada, eso. Que ALFREDO no tuvo nada que ver. Que fue un error.



ALFREDO. Gracias CHOLITO. En un rato nos vemos.

CHOLO. Listo. ¡Y no me afloje ALFREDITO!. ¡Péguele duro al cogotudo!.



ALFREDO. (Sonríe y CHOLO se retira). Ves NELSON. CHOLO no entendería razones si renuncio a mi promesa de investigar el patrimonio de los AGUILERA GOMEZ y su entorno.



PATRICIO. Al menos no renuncie a su posibilidad de llegar a modificar algunas cosas.



NELSON. ALFREDO, yo te acompaño a pesar de todo. Resigna una cosa pero no resignes todo.



ALFREDO. Es que yo me jugaba al todo o nada.



PATRICIO. ¿Y prefiere quedarse con nada?



NELSON. (Dirigiéndose a ALFREDO) A mí tampoco me gusta estar bajo presión. Pero AGUILERA GOMEZ tiene el sartén por el mango. (Habla a PATRICIO)- Usted no cerraría la papelera aunque pierda las elecciones ¿no es así?.



PATRICIO. Obviamente que no. Aparte, en estas condiciones, yo no siento que pierda ninguna elección. Es mas, sentiría que se acabaron las interminables discusiones con el señor ROJAS, en breve diputado, y eso me animaría a crear aun más fuentes de trabajo para esta zona. Porque, (pausa) ROJAS, seamos francos, sus continuas denuncias y amenazas desalentaban muchas veces las ganas de invertir. Uno sentía que si ponía un peso en algo, iban a venir a preguntarle de donde había salido ese peso, que si era en blanco, que si era en negro. Esas pavadas cansaban, realmente.



ALFREDO. Es que uno buscaba transparencia.



PATRICIO. Las transparencias déjelas para las modelos que a ellas les queda bárbaro. En la política y en los negocios el mucho mostrar mas que atraer, espanta.



NELSON. Yo sigo perplejo con la fábula de la gallina, los huevos...



PATRICIO. No se asuste tanto que, al menos aquí, en Villa Esperanza, muy rara vez se ha recurrido al fraude. Hace un momento usted expreso su preocupación por el posible cierre de la papelera, su preocupación es generalizada por estos pagos. Con eso solo, el miedo al cierre de la papelera, las urnas ponían solitas y sin ayuda de ningún fiscal, a nuestros candidatos en el centro del poder.



ALFREDO. El famoso voto cautivo.



PATRICIO. Voto cautivo, clientelismo político, llámelo como quiera pero da resultado. ALFREDO, déjeme llamarlo por su nombre, hoy usted va a ganar sin fraude. Al aceptar usted mis condiciones yo, inmediatamente, saldré a decirle a los medios y a la gente que, aunque no gane esta elección en las urnas me comprometo a no cerrar la papelera y a no reducir la cantidad de puestos de trabajo.



NELSON. Con eso estaría dándole al pueblo la libertad de votar por ALFREDO.



PATRICIO. Tal cual. Ya no sentirían que si no me votan pierden el empleo. Además le daría digamos, (con soberbia) oxigeno democrático a mi figura. ¡Ya estoy cansado que me traten de señor feudal.



ALFREDO. Ahora bien, la cuestión ecológica, digo, su papelera (PATRICIO lo interrumpe).



PATRICIO. ¿Me esta jodiendo?. Sigue pensando en los cinco bagrecitos locos que viven en el río y no prioriza el puesto de trabajo de tres mil personas. ¡Ponga en la balanza ALFREDO!.



NELSON. Ya se nos va a ocurrir algo ALFREDO. Esta vez no pierdas el tren. Vos mereces estar en el congreso.



ALFREDO. (Dirigiéndose a NELSON) Té hacia más inflexible en tus principios.



NELSON. Si no nos flexibilizamos un poco vamos a terminar quebrados, de puro rígidos nomás. (ALFREDO queda pensativo)



ALFREDO. (Dirigiéndose a PATRICIO) Esta bien. Ya me demostró que tiene los contactos suficientes como para aplastarme en cuestión de minutos. Resignando algunos planes, arriando algunas banderas. Acepto su propuesta.



PATRICIO. (Levantándose de golpe, sonriente, le extiende la mano a ALFREDO que se la estrecha sin mucha convicción) ¡Felicitaciones diputado! Ya mismo salgo a poner en marcha su incuestionable triunfo en esta gesta. ¡Sin rencores! ¿Estamos?.



ALFREDO. (Sin mucha convicción)Estamos.



PATRICIO sale. ALFREDO queda abatido y NELSON lo palmea, como dándole consuelo, entran CHOLO, JUANCHO y TITO.



CHOLO. (Sonriente) ¡Ja! ¡Por fin le diste el olivo a esa lacra! Su pongo que le habrá cantado las cuarenta ¿no?.



NELSON. Prepara unos mates CHOLITO.



CHOLO y JUANCHO ya no sonríen, notan que algo raro pasa, TITO observa todo desde un rincón, como siempre, algo ido.

CHOLO. ¿Qué carajo pasa? ¿Malas noticias?



NELSON. (Poniéndose de pie, ALFREDO queda sentado, preocupado, abatido). Prepara unos mates CHOLITO. (Dirigiéndose a JUANCHO) Afuera. ¿Cómo están las cosas?.



CHOLO mira a ALFREDO y se le va acercando despacio.



JUANCHO. Por las versiones y algunos datos que llegan digamos, extraoficialmente, mal no nos va.



CHOLO. (Parado a un costado de ALFREDO) Che ALFREDO ¿Qué té pasa? ¿Estas bien?.



NELSON. CHOLO, déjalo tranquilo. Vos prepara unos mates (CHOLO lo interrumpe violentamente).



CHOLO. ¡Mates las pelotas!. Explícame que mierda paso acá adentro que este anda por el suelo.



NELSON. (Tratando de calmarlo) Cosas, CHOLO, nada importante. Lo importante es que ALFREDO finalmente va a llegar al congreso.



CHOLO. (Observa a ALFREDO durante unos segundos, ALFREDO sigue cabizbajo) ¿Con esta actitud que va ha hacer en el congreso? ¿Limpiar los baños?



NELSON. Déjalo en paz. Pensa que durante tanto tiempo soñamos con verlo diputado (CHOLO lo interrumpe).



CHOLO. ¡Pero no así! ¿Qué té pasa ALFREDO?.



ALFREDO. Nada me pasa, CHOLITO.



TITO. ¡Hasta AGUILERA GOMEZ habla bien de ALFREDO! Que raro ¿no?.



CHOLO. (Estirando las palabras, con tono irónico) ¡Ah, es eso! Tenemos nuevas alianzas, parece.



NELSON. (A CHOLO) No te pongas pesado.



CHOLO. Querían que CHOLO cebe unos mates y ¡Aquí no ha pasado nada! ¡Esta todo bien!.



NELSON. (A CHOLO) Acá nadie hablo de alianzas. Hubo, si, que ceder en algunas cuestiones (CHOLO vuelve a interrumpirlo).



CHOLO. Ceder, a ver ¿por qué? ¿Qué le debemos a ese gusano?. Tal vez yo no me entere y nos carpo la campaña.



NELSON. El tipo es muy pesado.



CHOLO. ¡Ah! ¡Vaya novedad!



NELSON. Vos viste. Todo ese quilombo que se había armado, lo del auto con ALFREDO y el cuñado, todo organizado por AGUILERA GOMEZ. Y así como lo armó lo freno, con un llamado.



CHOLO. ¡Y ante tanta demostración de poder lo hacemos nuestro dios y le rendimos culto, al hijo de puta!



JUANCHO. (Dirigiéndose a ALFREDO) ¡Así qué nuestra dignidad no iba a ser negociada!. Puntualmente ¿Qué pidió AGUILERA GOMEZ?.



ALFREDO. (Mirando a JUANCHO) Vos sos mas joven, ojalá llegues algún día a un cargo electivo sin resignar ningún ideal.



CHOLO. (Más enérgico)¿Qué pidió AGUILERA GOMEZ?.



ALFREDO. Que me deje de joder con las cruzadas anticorrupción, la indagación de patrimonios y cosas por el estilo.



CHOLO. Y a cambio de eso, ganas.



NELSON. Además se comprometió a no cerrar la papelera y mantener los puestos de trabajo.



CHOLO. ¿Y el plan ecológico?. El saneamiento de aguas ¿cómo quedo?.



ALFREDO. Trunco, CHOLO. ¿Cómo queres que quede?.



JUANCHO. (Se ríe nervioso) ALFREDO, entre nosotros ¿Cuánto te dio?.



ALFREDO. (Con cara de no entender) ¿Cómo?.



JUANCHO. Eso. ¿Cuánta guita te dio?. Para ser mas claro. ¿Cuánta guita le costo comprarte?.



ALFREDO. (Poniéndose de pie) ¿Vos queres que te cague a trompadas?. (NELSON frena a ALFREDO y CHOLO agarra a JUANCHO).



CHOLO. Vamos JUANCHO, acá no tenemos nada que hacer (saca a JUANCHO para afuera y desde la puerta CHOLO continua) ¡Qué distinto había imaginado este día!. Pero no hay caso, vos también nos terminaste cagando. (Va a salir pero se frena y agrega) En veinticuatro horas quiero el local desocupado, pintado y sin afiches de mierda. (Habla con la voz quebrada, y se va).



ALFREDO se queda parado mirando hacia la puerta, NELSON lo observa. En eso TITO se le acerca).



TITO. Ya te había visto raro hoy. ¿Sabes que? Cuándo estés en el congreso ¡Mándale saludos a la reputa madre que te parió!.(TITO revolea la radio contra el afiche de ALFREDO y se va).



ALFREDO se queda mirando la radio en el suelo, entra PATRICIO.



PATRICIO. ¡Que cara, diputado ROJAS!. (Dirigiéndose a NELSON)Me dejaría a solas con ALFREDO, en un segundo salimos.



NELSON. (Lo mira a ALFREDO pero este sigue igual) Bueno ALFREDO, espero afuera. (NELSON sale).



PATRICIO. ¡Un éxito lo suyo. ¡Hasta mi gente lo esta votando! (Mira de cerca de ALFREDO y le pone la mano sobre el hombro) ALFREDO ¿Qué le pasa? ¡No me asuste!.



ALFREDO. (Recomponiéndose un poco) No, nada me pasa.



PATRICIO. Bueno, mejor así. Mejore esa cara hombre, sonría. Afuera es una fiesta ¡Una fiesta de la democracia!.



PATRICIO lo conduce hacia la puerta y le muestra a través de ella.



PATRICIO. ¡Mire, allá! ¡La gente quiere verlo!, Es preferible que no nos vean tanto juntos, así que salga usted primero. ¡Sonría hombre, salude! ¡Salga que la gente quiere saludarlo!.



ALFREDO sonríe mecánicamente, levanta el brazo y camina hacia fuera. PATRICIO lo mira alejarse y con una sonrisa exclama.



PATRICIO. ¡Que viva el diputado!



PATRICIO sale.


                                                      FIN